Los goles fueron convertidos por el volante Abdón Reyes (34) para San José e igualó Marcos Delgado (41) para el plantel de Chiclayo, en encuentro disputado en la ciudad andina de Oruro, al oeste de Bolivia.
Con ese resultado, el plantel peruano suma 6 puntos y deberá buscar su boleto a la siguiente etapa en su encuentro como local ante el mexicano Tigres, ya clasificado a la siguiente etapa con 10 unidades.
También debe esperar que el argentino River Plate, hasta ahora con 3, sufra un traspié en sus dos últimos partidos.
El equipo argentino visita el miércoles a Tigres y oficia de local, el 15 de este mes, ante San José, ya sin chance de seguir en carrera.
En el partido disputado en los Andes bolivianos ambos equipos se mostraron impetuosos desde los primeros minutos, pues los dos tuvieron en mente sumar para mantener la esperanza para alcanzar los octavos.
San José fue más decidido en algunos tramos, pero Juan Aurich con mejor claridad en la cancha a 3.700 metros sobre el nivel del mar.
El frío que registró el estadio Jesús Bermúdez de Oruro, con una temperatura que osciló entre los 6 y 7 grados Celsius, no fue un obstáculo para un partido caliente de inicio, para deleite de los aficionados.
A los 21 minutos el plantel de Chiclayo estuvo cerca de abrir el marcador, pero el árbitro ecuatoriano Roddy Zambrano invalidó un gol de cabeza que hizo Benjamín Ubierna, tras observar que varios jugadores de Juan Aurich cayeron en un fuera de juego.
En un encuentro de ida y vuelta, los “santos” bolivianos hicieron el primer gol a los 34, luego de que el volante Abdón Reyes corrió desde la media cancha, tras un pase de arquero, para disparar a larga distancia.
El “Ciclón del norte” no se amilanó y respondió empujando sus líneas en el medio sector y en la delantera. El esfuerzo valió la pena e igualó el resultado, 7 minutos después de la apertura del tanteador.
A los 41 el defensor Marcos Delgado recogió un balón, luego de que un compañero cobró una falta, para disparar casi en solitario hacia las redes.
Un empate no era un beneficio para ninguno, así que la dinámica de juego se mantuvo con un gran despliegue físico.
El partido no dio lugar para que ninguno se distrajera, pues cualquier error era simplemente fatal.
El técnico de los locales, el argentino Néstor Clausen, metió a su compatriota Mauro Bustamante en el ataque, quien se perfiló como el más desequilibrante de su equipo, pero era marcado de cerca y nunca pudo quebrar al arquero de Juan Aurich.
La dinámica del juego era de un ida y vuelta, con disparos de media distancia o con contragolpes en ambas direcciones.
El empate resultó al final más beneficioso para el equipo de Chiclayo que espera ganar su próximo partido, aunque, con la calculadora en la mano y jugando a la suerte, debe esperar que River Plate pierda uno de sus dos próximos partidos.