Caacupé: padre Saldívar llama a renovar la fe y construir una nación de Dios

El padre Óscar Saldivar presidió la misa vespertina en Caacupé.
El padre Óscar Saldivar presidió la misa vespertina en Caacupé.

El rector del Santuario de Tupãrenda, Óscar Iván Saldívar, presidió la misa vespertina del Día Central de la Virgen de Caacupé y destacó a María como “estrella de la esperanza”. En su mensaje pidió apertura al amor, generosidad en el servicio y un renovado compromiso por el bien del Paraguay.

Durante la misa vespertina del Día Central de la Virgen de Caacupé, celebrada este 8 de diciembre, el padre Óscar Iván Saldívar, rector del Santuario de Tupãrenda, dirigió una homilía profundamente centrada en la esperanza, insistiendo en que, aun en medio de las dificultades que atraviesa el país, los cristianos están llamados a mantener viva la confianza en Dios.

También invitó a los fieles a volver a la escucha atenta de la Palabra, recordando que en ella se encuentra el consuelo y la fuerza para seguir adelante.

Al mismo tiempo, exhortó a asumir con seriedad la responsabilidad cristiana de trabajar por un Paraguay más fraterno, justo y solidario, donde cada uno contribuya, desde su lugar, a construir una sociedad menos indiferente y más comprometida con el bienestar común.

Estrella de la esperanza

El sacerdote se refirió a la Virgen como “estrella de la esperanza” e invitó a los fieles a elevar una oración para pedir su guía maternal.

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“Madre de Dios y madre de todos nosotros, enséñanos a escuchar la Palabra de Dios para que nuestro corazón sea amplio en el amor y generoso en el servicio sincero a los demás”, expresó ante los peregrinos.

Saldívar llamó a que cada creyente sea un instrumento de bien para el prójimo, confiando en la acción de Cristo y en la intercesión de María. Asimismo, señaló que, con la colaboración responsable de todos, el Paraguay puede avanzar hacia un país donde se consoliden la justicia, la solidaridad y la paz.

Afirmó que el anhelo es que la nación “llegue a ser una nación de Dios”, en la que cada persona encuentre las condiciones necesarias para desarrollar plenamente su vocación humana y cristiana, siguiendo el ejemplo de Jesucristo.

Con ese espíritu, concluyó pidiendo que María ilumine el camino del pueblo paraguayo para continuar construyendo una sociedad más unida y esperanzada.