El pozo, situado en el desierto de Taklimakan (Cuenca del Tarim), tiene como objetivo la búsqueda de petróleo y gas, pero también se empleará para recabar datos geológicos que permitan seguir estudiando la evolución de la tierra, recogió la agencia oficial Xinhua.
La perforación del "Shenditake 1" comenzó en mayo de 2023 y duró 580 días, de los que más de la mitad correspondieron a los últimos 910 metros.
Según la compañía, el pozo atraviesa una docena de formaciones geológicas hasta finalizar en un estrato compuesto de rocas de más de quinientos millones de años de antigüedad.
Con las muestras y datos obtenidos durante la perforación, un equipo de científicos del país asiático ha elaborado un perfil estratográfico que ofrece "valiosa información" sobre la historia tectónica y la composición del subsuelo terrestre.
Para los trabajos se estrenó una perforadora automatizada de 12.000 metros, la primera en el mundo de este tipo, y se emplearon además alrededor de 200 tipos de herramientas para asegurar la perforación en condiciones extremas, de acuerdo a CNPC.
Hasta la excavación del "Shenditake 1", el pozo terrestre más hondo de Asia era uno de la petrolera estatal china Sinopec con 8.937,77 metros y también situado en la Cuenca del Tarim.
El récord absoluto de profundidad en la Tierra lo tiene el pozo de Kola, en el noroeste de Rusia, que cuando terminó su perforación en 1992 había alcanzado los 12.262 metros.