Francia está luchando para encontrar un nuevo hogar para una orca y su cría después de que un parque marino de la Costa Azul cerrara debido a una ley que prohíbe los espectáculos con mamíferos marinos.
Fundado en la ciudad de Antibes en 1970, Marineland cerró en enero tras la caída en la asistencia, y una ley de 2021 que prohíbe las actuaciones de orcas y delfines a partir de diciembre de 2026.
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El gobierno tiene dificultades para encontrar un nuevo hogar para las dos orcas del parque, Wikie, de 24 años, y Keijo, de 11 años.
En febrero la dirección presentó una solicitud urgente para trasladar a las dos orcas y 12 delfines a dos parques en España antes de mediados de abril, cuando vencen los contratos de sus empleados.
La dirección afirma que ahora es “una urgencia extrema” encontrar una solución.
Pocas alternativas
Sin embargo, los grupos de bienestar animal, que durante años insistieron en que las orcas sufrían en el zoológico marino francés, afirman que las condiciones para estos animales en España serían aún peores.
Los activistas argumentan que tal traslado violaría el espíritu de la ley de 2021 y piden la creación de santuarios donde los animales nacidos en cautiverio puedan vivir de manera más libre.
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La ministra francesa de Ecología, Agnes Pannier Runacher, afirma trabajar con sus homólogos de España, Italia y Grecia para abordar el problema, pero no ha encontrado aún una solución.
A mediados de marzo la ministra sugirió que Wikie y Keijo se trasladaran temporalmente a España hasta que se encuentre una mejor alternativa.