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Liz Carolina Ríos Duarte (45), es Lic. en Ciencia y Tecnología de Alimentos, y Docente Investigador de la Facultad de Ciencias Químicas (UNA). Recientemente participó del Congreso Internacional de ALACCTA 2025 (XXIII Congreso de la Asociación Latinoamericana y del caribe de Ciencia y Tecnología de Alimentos) que se llevó a cabo en la Escuela de Alimentos, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile y regresó con premios y aplausos recibidos por un trabajo sobre la sopa paraguaya.
Mejor trabajo científico
La participación de Ríos consistió en exponer su trabajo de investigación titulado: Efecto de la nisina sobre la estabilidad microbiológica y sensorial de la masa de sopa paraguaya, que fue seleccionado para exponer.
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La misma comenta que obtuvo por un lado reconocimiento a la mejor presentación oral, demostrando la excelencia en la investigación científica en el área de las Ciencias de los Alimentos, y el Diploma de reconocimiento por la IUFoST (Unión Internacional de Ciencia y Tecnología de los Alimentos) por excelencia académica y científica en el área de la Ciencia y Tecnología de Alimentos, adjudicándose además una beca por Mejor Trabajo Científico 2025.
Motivación para estudiar la sopa paraguaya
Afirma que la Ciencia de los Alimentos permite la innovación y mejoras en la producción, productos, distribución y calidad de alimentos, por lo que fue sobre todo su curiosidad científica lo que la motivó a estudiar este emblemático alimento local, enfocada en lograr avances que beneficien a las industrias, a la academia y a la sociedad.
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“Mi primer desafío como investigadora fue preservar la cultura paraguaya a través de la valorización e innovación científica”, dice y agrega que sus abuelas, su mamá, su familia, amigos y el pueblo paraguayo sigue preparando estos productos tradicionales, pero se debe buscar la manera de que esa tradición permanezca y sea reconocida a nivel científico.
Comenta que en su trabajo utilizó un conservante natural para mejorar la conservación de la masa de la sopa paraguaya y las pruebas las realizó a escala industrial, no quedó todo solo en el laboratorio. “Creo que eso fue lo que impactó. Se hace mucha ciencia, pero no se traslada a la realidad, por llamarlo así. Debe ser aplicable, ¿o sino en qué ayuda?“, concluye.