Cómo era el Quetzalcoatlus
El Quetzalcoatlus es uno de los pterosaurios más grandes que existieron. Se estima que su envergadura alcanzaba entre 10 y 12 metros, rivalizando con pequeñas aeronaves modernas.
A diferencia de los dinosaurios, los pterosaurios como el Quetzalcoatlus eran reptiles voladores.
En cuanto a su morfología, su estructura ósea era ligera y hueca, lo que facilitaba el vuelo, pese a su gran tamaño.
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Sus alas estiradas como membranas estaban soportadas por un brazo largo, extendiéndose desde el cuarto dedo, un distintivo de los pterosaurios.
Poseía un cuello significativamente largo y delgado, que sostenía una cabeza que podía medir cerca de 2,5 metros de longitud.
En cuanto a su comportamiento, este ha sido sujeto de diversas teorías. Algunos investigadores sugieren que podría haber aprovechado las corrientes de aire y térmicas para planear grandes distancias, mientras que otros plantean que podría haber sido un depredador terrestre, cazando pequeños animales de su entorno.
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Hábitat y alimentación del Quetzalcoatlus
El Quetzalcoatlus vivió hace aproximadamente 70 millones de años en lo que hoy se conoce como Norteamérica. Su hábitat se extendía a lo largo de llanuras fluviales, lo que le proporcionaba un campo abierto para el despegue y aterrizaje.
La dieta del Quetzalcoatlus es otro aspecto intrigante que ha alimentado la investigación paleontológica. Aunque se ha especulado que podría haber sido piscívoro, capturando peces en vuelo rasante sobre cuerpos de agua, otros estudios sugieren una dieta más variada que podría incluir carroña y pequeños vertebrados terrestres.
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Descubrimiento y estudios
El primer descubrimiento de un Quetzalcoatlus fue realizado en 1971 en el Parque Nacional Big Bend, en Texas. Desde entonces, los fósiles encontrados han permitido a los paleontólogos reconstruir una imagen más completa de cómo vivía esta magnífica criatura.
El estudio del Quetzalcoatlus no solo arroja luz sobre las adaptaciones evolutivas necesarias para el vuelo en grandes criaturas, sino que también ofrece insights sobre la bioingeniería, inspirando diseños en aeronáutica y otras disciplinas.
El Quetzalcoatlus sigue siendo un emblema de la rica diversidad de la vida prehistórica y una ventana abierta a un pasado en el que criaturas colosales dominaban los cielos. A través de los fósiles y estudios incesantes, nuestra comprensión de estas majestuosas criaturas continuará creciendo, mejorando nuestro conocimiento sobre la evolución y adaptación de la vida en la Tierra.