Geología favorable para la fosilización
Ambientes antiguos como mares, ríos o pantanos ofrecen las condiciones ideales para conservar restos orgánicos. Allí, los sedimentos cubren rápidamente los cuerpos, evitando su descomposición.

Ejemplo: las formaciones sedimentarias de las Dakotas, en EE.UU., donde abundan los fósiles de dinosaurios.
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Edad y tipo de roca
Las rocas sedimentarias del Mesozoico y Cenozoico, en especial del Cretácico y Paleógeno, concentran gran parte de los fósiles conocidos.

Esto se debe a la diversidad biológica de esas eras. Ejemplo: Mongolia, con vastos depósitos del Cretácico, es un paraíso para los paleontólogos.
Acceso y políticas públicas
Tener fósiles no garantiza poder estudiarlos. La estabilidad política, las leyes de preservación y el apoyo institucional influyen directamente.
El desarrollo de instituciones académicas y museos paleontológicos ha potenciado la exploración en países como China, que invierte en ciencia y tiene un interés creciente por su patrimonio fósil.
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Clima actual y erosión
Las zonas áridas permiten que el viento y la escasa vegetación expongan fósiles que en otras regiones permanecerían ocultos.
En cambio, los suelos húmedos y frondosos dificultan las excavaciones. Ejemplo: el desierto del Sahara, donde la erosión revela fósiles milenarios.