Un proceso complejo: mucho más que una cirugía
El trasplante de órganos es uno de los hitos más destacados de la medicina moderna. Consiste en reemplazar un órgano enfermo o incompatible con la vida, por otro sano proveniente de un donante vivo o fallecido.
Los órganos más trasplantados en Paraguay y el mundo son el riñón, el hígado, el corazón y los pulmones.
La cirugía de trasplante es sólo el punto de partida de un proceso largo y delicado.
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En primer lugar, los médicos deben conectar con precisión vasos sanguíneos y conductos del órgano trasplantado con los del receptor, restableciendo así el flujo sanguíneo y la función esperada.
Si todo marcha bien, el nuevo órgano puede empezar a funcionar casi de inmediato.
El reto del sistema inmunológico
Sin embargo, el mayor desafío no reside únicamente en la operación, sino en la respuesta del sistema inmunológico del receptor.
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El órgano trasplantado es, en términos biológicos, un tejido extraño, y el sistema defensivo del cuerpo lo identifica como una potencial amenaza.
En ausencia de tratamiento, las células inmunitarias pueden atacar el órgano nuevo, provocando el rechazo.
Para evitarlo, los pacientes deben tomar medicamentos inmunosupresores de por vida.
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Estos fármacos disminuyen la respuesta inmunológica y permiten que el órgano funcione normalmente. No obstante, su uso también conlleva mayores riesgos de infecciones y algunos efectos secundarios a largo plazo.
Recuperación y adaptación tras un trasplante
Después del trasplante, el cuerpo entra en una fase de adaptación. En los primeros días, se somete al paciente a controles rigurosos, analíticas y ecografías para monitorear el funcionamiento del órgano trasplantado y vigilar signos de rechazo o infecciones.
La recuperación puede ser rápida o prolongada, dependiendo del órgano y el estado general del paciente.
A medida que pasan las semanas y los meses, el cuerpo —con ayuda de los inmunosupresores— va aceptando el nuevo órgano.
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Muchos pacientes experimentan una notable mejora en su calidad de vida: recuperan fuerzas, energía y pueden retomar actividades que antes les resultaban imposibles.
Un acto de vida y esperanza
El trasplante de órganos transforma la historia clínica y emocional de los pacientes y sus familias. Cada año, en Paraguay, cientos de personas esperan un llamado que les permita renacer. La donación de órganos es, en esencia, un acto de solidaridad que puede salvar hasta siete vidas.
En este Día Nacional del Trasplante, las autoridades de salud y organizaciones de pacientes reiteran el pedido de informarse y hablar en familia sobre la donación, porque cada decisión a favor puede convertirse en una nueva oportunidad de vida para alguien más.
¿Sabías qué?
- Aproximadamente el 80% de los trasplantes en Paraguay corresponden a riñón, seguidos por hígado y corazón.