Un nuevo estudio, coordinado por investigadores de la Universidad de Nottingham (Reino Unido), ha proporcionado las evidencias más sólidas hasta ahora de que el cáncer es extremadamente raro en las tortugas, ya que solo el 1 por ciento de los individuos se ven afectados por esta enfermedad, una cifra muy inferior a la de los mamíferos o las aves; este miércoles publican los resultados de su trabajo en la revista BioScience.
El estudio ha sido dirigido por la investigadora Ylenia Chiari, de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad de Nottingham, junto con el científico Scott Glaberman, de la Universidad de Birmingham, y en el mismo han colaborado investigadores de zoológicos de Estados Unidos, el Reino Unido y Europa, que han reportado registros médicos y necropsias de cientos de tortugas de zoológico.
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Los hallazgos fueron “sorprendentes”, según los investigadores, no solo por el bajo número de casos de cáncer, sino también porque, cuando aparecieron los tumores, casi nunca se propagaron.
Tortugas con enormes tamaños y centenarias
Algunas especies de tortugas alcanzan tamaños enormes; las tortugas gigantes de Galápagos y Aldabra, por ejemplo, pueden pesar cientos de kilogramos, y son conocidas también por su larga vida, ya que muchas son centenarias.

Una tortuga radiada del Zoológico de Chester, llamada Burt, nació en 1945 y puede vivir más de 100 años, mientras que algunas tortugas gigantes de Galápagos y Aldabra han vivido más de 150 años.
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Lo previsible es que las especies grandes y longevas presenten un mayor riesgo de cáncer, ya que un mayor número de células implica mayores probabilidades de que algo salga mal, pero las tortugas parecen desafiar este patrón, han señalado en su trabajo.
Increíble rareza
El secreto podría residir en sus fuertes defensas contra el daño celular, un metabolismo lento que reduce el estrés celular y genes únicos que las protegen contra el cáncer, por lo que los investigadores han apuntado que estos animales podrían ofrecer valiosas pistas para prevenir o tratar el cáncer en humanos y son un modelo prometedor para estudiar el envejecimiento saludable y la resistencia al cáncer.
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La investigadora Ylenia Chiari ha corroborado la “increíble” rareza del cáncer en estos animales, ha incidido en que las tortugas son un modelo sin explotar para comprender la resistencia al cáncer y el envejecimiento saludable, y ha valorado además el papel vital que desempeñan los zoológicos en el avance de la ciencia.
Varias especies de tortugas están clasificadas como ‘en peligro’ o ‘en peligro crítico’ en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), debido a diferentes amenazas, incluida la presión del cambio climático, la pérdida de hábitat y el comercio ilegal de mascotas.
Muchos de los zoológicos que contribuyeron con los datos que han servido de base para este estudio participan en programas de cría para la conservación que tienen como objetivo salvar especies como estas de la extinción.