Un estudio dirigido por la Universidad de Indiana (EE.UU.) revisó las historias médicas de 42.317 personas que tomaban agonistas del receptor del péptido similar al glucagón-1 (GLP-1RA), como Ozempic o Wegovy, con las de un número parecido de individuos que no los usaban.
El consumo de GLP-1RA “se asoció significativamente con una reducción del riesgo de cáncer en general, en particular de cáncer de endometrio, meningioma y ovario”. Sin embargo, también se asociaron “con un aumento no significativo del riesgo de cáncer de riñón”, señala la investigación.
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Los GLP-1RA se recetan ampliamente para el control glucémico en la diabetes tipo 2 y recientemente han ganado popularidad para el control del peso, pero su impacto a largo plazo sobre el riesgo de cáncer sigue siendo incierto, lo que llevó al equipo a plantearse este estudio.
¿Cuál sería el riesgo?
El objetivo era comparar la incidencia de 14 tipos de cáncer, en concreto el de pulmón y otros trece que están asociados a la obesidad: hígado, tiroides, páncreas, vejiga, colorrectal, riñón, mama, endometrio, meningioma, tracto gastrointestinal superior, ovario, mieloma múltiple y próstata.
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Las tasas de incidencia de todos ellos, entre medicados y no, fueron de 13,6 frente a 16,4 por cada 1.000 personas-año, respectivamente, “lo que indica un riesgo global de cáncer significativamente menor entre las personas que tomaban GLP-1RA”, escriben los autores.
En particular, el uso de esta familia de medicamentos se asoció con una reducción del riesgo de cáncer de endometrio, ovario y meningioma.
Sin embargo, también se relacionó “con un aumento marginalmente no significativo del riesgo de cáncer de riñón”, lo que pone de relieve la necesidad de “un seguimiento a más largo plazo para aclarar los mecanismos subyacentes y las implicaciones clínicas de estos hallazgos”, concluye el artículo.