Los embriones de estos reptiles acuáticos, denominados mesosauros, son 60 millones de años más viejos que los que hasta la fecha se tenía constancia.
El estudio, publicado en la revista científica “Historical Biology”, revela, además, nuevas informaciones sobre el modo de reproducción de los mesosauros, aunque no llega a esclarecer si eran vivíparos (el embrión se desarrolla dentro de la hembra) u ovíparos (se desarrolla en un huevo).
Los expertos del equipo fueron Graciela Piñeiro, profesora adjunta del Departamento de Evolución de Cuencas (Facultad de Ciencias de Montevideo) ; Michel Laurin, del CNRS, la doctora uruguaya Melitta Meneghel y Jorge Ferigolo, de la Fundación Zoobotánica de Rio grande del Sur en Porto Alegre. Estudiaron en Iratí, suroeste de Brasil, los especímenes en gestación y demostraron que los mesosauros que poblaban este territorio retenían los embriones en el útero durante la mayor parte del desarrollo embrionario. Por ello, los investigadores creen que pueden tratarse de ejemplares vivíparos.
En Mangrullo, en el noreste de Uruguay y también en la cuenca del Paraná, el mismo equipo de científicos exhumó
26 especímenes de mesosauros adultos asociados todos bien a embriones o a individuos muy jóvenes que datan de la misma época que los fósiles brasileños.
El hallazgo “es difícil de interpretar, pero probablemente se tratan, en la mayor parte de los casos, de embriones en el útero, lo que apoya la tesis de que eran vivíparos”, explican los científicos del CNRS. No obstante, los expertos también encontraron un huevo aislado que matiza la opción del viviparismo, y sugiere que los mesosauros de Uruguay ponían huevos en un estado avanzado de desarrollo que debían hacer eclosión poco después, por lo que sustentaría la tesis del oviparidad.