Con este paso Google pone fin al programa “Glass Explorer” que durante dos años ha permitido a la compañía conocer la opinión de los varios miles de personas que han probado las gafas interactivas e incorporar los cambios sugeridos.
Además, el equipo que desarrolla las gafas inteligentes dejará de ser parte del laboratorio Google X para conformar una unidad independiente.
“Nos estamos graduando oficialmente de Google X para crear nuestro propio equipo aquí en Google. Estamos deseando avanzar más para dejar de ser un concepto y pasar a ser una realidad ” , explicó la compañía en un comunicado.
Las Google Glass incorporan una pequeña pantalla en el costado derecho sobre la que se proyecta información y permiten navegar por internet, grabar vídeo y tomar fotografías, si bien el número de aplicaciones disponibles para el dispositivo es aún reducido.
La fecha de venta oficial en el mercado de las Google Glass, un producto del que se empezó a hablar a finales de 2011, se había previsto en principio para el segundo semestre del 2014.
Sin embargo, las gafas inteligentes de Google han enfrentado críticas vinculadas con la privacidad y la seguridad pública, se teme por ejemplo que puedan distraer a los conductores.
Un sondeo reciente de Forrester reveló que a la mitad de los estadounidenses adultos les preocupa el impacto de las gafas inteligentes en la privacidad.
Con la excepción del pasado 16 de abril, cuando la compañía puso un número reducido de prototipos a la venta general en Estados Unidos, la única manera de adquirir las gafas inteligentes era con una invitación especial de la empresa.
Se rumorea que la compañía podría rebajar el precio final de su gafas hasta los 600 dólares.