Este descubrimiento, publicado en el último número de la revista científica Meteoritics and Planetary Science, presenta nuevas evidencias sobre la posibilidad de que exista algún tipo de actividad biológica en el planeta rojo.
Los investigadores encontraron trazas de materiales orgánicos junto a elementos químicos como nitrógeno, azufre y fósforo, en una estructura similar a la del carbón que hay en la Tierra.
Estas sustancias se hallaban en un meteorito llamado Tissint, un compuesto rocoso con restos que se piensa que se separó de Marte hace 700.000 años, tras la colisión de un asteroide.
Este meteorito cayó como una bola de fuego en Marruecos en julio de 2011 y, tras unos meses de observación y análisis de los fragmentos que lo componía, un grupo internacional de científicos determinó que procedía del planeta vecino.
Uno de los autores del estudio, Zhang Jianchao, físico del Instituto de Geología y Geofísica de la Academia China de Ciencias, explicó que su equipo confía en que la sustancia similar al carbón venga de Marte, en declaraciones al South China Morning Post.
El Tissint contenían altos niveles de deuterio, un isótopo del hidrógeno que rara vez se encuentra en la Tierra, pero que abunda en Marte.
Asimismo, según la investigación, algunas partículas estaban rodeadas por rocas que se formaron mucho antes de la llegada del meteorito a la Tierra, probablemente en el tiempo en que se produjo la colisión del asteroide.
La sustancia similar al carbón terrestre, además, carecía del isótopo del carbono C-13, lo que, al parecer de los científicos, sugiere que había acogido actividades biológicas.
La semana pasada, la revista científica Science publicó un estudio en el que explicó que el robot Curiosity detectó fluctuaciones de metano en la atmósfera de Marte, lo que abre una nueva línea de investigación para estudiar los mecanismos con que se produce y se elimina este gas, entre los que podría estar la actividad biológica.