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El bus estaba repleto de gente y por si fuera poco, al ver la inspectora de la empresa que yo estaba sacando esta foto, empezó a agredirme verbalmente. Es increíble como los pasajeros pasamos malos momentos por culpa de estos empresarios que no arreglan sus chatarras antes de sacar a las calles. Además de la agresión porque tomé la fotografía.
Es lamentable que vengan a reclamar por hacerlo de forma maleducada y prohibiendo que vuelva a subirme a otro colectivo de la empresa después de perder más de una hora esperando que vimiera otro bus a alzarnos.
María Castillo