Ogier, que conservó su título de campeón del mundo de la especialidad en la prueba anterior, celebrada en Cataluña hace quince días, superó al finlandés Mikko Hirvonen (Ford Fiesta RS) por 37 segundos y 6 décimas y al noruego Mads Ostberg (Citroën DS3) por 1 min 3 seg y 6 décimas.
El piloto francés logra así la 24ª victoria de su carrera y la octava en esta temporada y permite a su escudería Citroën, que ya tenía el Mundial de Constructores desde el Rally de Australia, establecer un récord de victorias en una temporada, con 12 triunfos en 13 carreras disputadas.
Ogier dominó el rally de Gran Bretaña desde el inicio, beneficiándose además de las salidas de pista protagonizadas por algunos de sus principales rivales como el noruego Andreas Mikkelsen o el finlandés Jari-Matti Latvala.
El finlandés, compañero de Ogier en Citroën, logró el mejor tiempo en nueve tramos cronometrados (de un total de 23), por los cuatro de Ogier, pero solo pudo acabar en octava posición tras haber perdido mucho tiempo el sábado, tras salirse en la novena especial (ES9).
“Quería ganar esa primera especial del sábado para no dejar marchar a Sebastien y en un frenazo, las ruedas se bloquearon, el motor caló y ni pude poner en marcha (el coche) antes de entrar en la curva. Caí marcha atrás por un foso”, explicó el finlandés, que perdió más de tres minutos en ese incidente y que pudo continuar gracias a que un grupo de espectadores remolcaron el vehículo hasta la carretera.
Ambos habían protagonizado una cerrada lucha hasta el viernes por la noche, con el francés liderando la prueba al término de la primera jornada, con poco más de seis segundos de ventaja sobre su compañero de equipo.
Accidentes de sus rivales
Los dos se repartieron los mejores cronos en las ocho primeras especiales del viernes (cuatro para cada uno), pero tras la salida de pista de Latvala en la primera especial del sábado, que se unió al accidente de Mikkelsen en la primera jornada, el francés se quedó como único aspirante a la victoria en la prestigiosa prueba británica.
Ogier solo tuvo que gestionar la ventaja alcanzada y conducir con prudencia para evitar cualquier incidente en el resto de la prueba y lograr la victoria.
“No ha sido tan fácil”, declaró Ogier al término de la prueba.
Tras esta prueba, Ogier finaliza el mundial de 2014 con 267 puntos, por los 218 de Latvala y 150 de Mikkelsen.
El español Dani Sordo acabó en 10ª posición, con 40 puntos.
En WRC2, la categoría inmediatamente anterior al WRC, el catarí Nasser Al Attiyah (Ford Fiesta RRC) se coronó campeón y puede enorgullecerse de sumar un nuevo título a una ecléctica carrera como deportista, que incluye una victoria en el Dakar y un bronce en Londres-2012 en tiro skeet o tiro al plato.