Solo tres triunfos en sus últimos nueve partidos llevan unos Knicks (27-16) que ahora mismo parecen lejos de plantear una alternativa en el Este a los Cleveland Cavaliers (34-6) y los vigentes campeones, los Boston Celtics (29-12).
Afortunadamente para los Knicks, este fue el primero de una serie de ocho partidos en los que siete jugarán como locales y el visitante será en Brooklyn ante los Nets, un tramo muy favorable del calendario que les debería servir para reajustar piezas y recuperar confianza.
Edwards firmó una actuación muy completa en unos Wolves (22-19) que tuvieron el partido bajo control en todo momento aunque sin abrir hueco hasta el último cuarto (21-35). 'Ant-Man' acabó con un 12 de 21 en tiros (incluyendo un brillante 8 de 13 en triples) y regaló momentos absolutamente espectaculares.
A su lado destacó Naz Reid (23 puntos y 8 rebotes con un perfecto 6 de 6 en triples) en unos Wolves demoledores desde el perímetro con un 22 de 40 en tiros de tres.
Por Nueva York, Jalen Brunson fue de más a menos y terminó con 26 puntos (9 de 23). Le respaldaron OG Anunoby (18 puntos y 10 rebotes) y Cam Payne (18 puntos) en unos Knicks hundidos en la segunda mitad con un 4 de 18 en triples.
Este duelo suponía el regreso al Madison Square Garden de Julius Randle, pero el ala-pívot, que recibió una gran ovación, no estuvo fino con solo 8 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias frente a 4 pérdidas de balón.
Sin Towns enfrentándose a los Wolves, otro que se perdió el reto contra su exequipo por problemas físicos fue Donte DiVincenzo ante los Knicks.
Al ritmo de Edwards
Consciente de que sin Towns casi todo el caudal ofensivo de los Knicks pasaría por sus manos, Brunson empezó con muchísimas ganas y 13 puntos en un gran primer cuarto.
¿El problema del base? Que ningún compañero se animó a darle el relevo, ya que entre todos solo aportaron 8 puntos.
En cambio, los Wolves desplegaron un juego más equilibrado, colectivo y racional. Edwards comenzó negado (3 puntos con 1 de 7), pero los de Chris Finch dominaron el periodo inicial por 21-28 con 10 puntos de Mike Conley y un 6 de 12 en triples.
Algo que no ha cambiado en esta temporada de los Knicks es lo endeble de su segunda unidad, ya que los reservas no ofrecen garantías y además Tom Thibodeau sigue apostando por larguísimas minutadas para sus titulares.
Sin embargo, esta noche apareció un Payne dispuesto a alterar el guion.
Base suplente de Brunson, Payne se lució con 18 puntos en un eléctrico y espectacular tramo de seis minutos con 7 de 9 en tiros y 4 de 5 en triples.
Si antes todos los balones eran para Brunson, ahora eran para Payne, que encendió el Madison Square Garden cuando un triple suyo puso a los Knicks por delante (39-37 con 7.44 para el descanso).
Los bases neoyorquinos estaban en estado de gracia, pero los Wolves mantuvieron la calma. También ayudó que Edwards despertó en el segundo cuarto con 11 puntos y que Reid sumó 11 asimismo desde el banquillo para que los de Minesota cerraran la primera parte al mando (59-63).
Reid (16 puntos), Edwards (14) y Conley (13) fueron los máximos anotadores al descanso de los Wolves mientras que Payne (18) y Brunson (13) lideraron a los Knicks. Los dos equipos se dieron un festival desde el perímetro con un 62,5 % (10 de 16) en el conjunto local y un 61,9 % (13 de 21) en el equipo visitante.
Los ataques perdieron fuelle en la reanudación con dos excepciones: Edwards en los Wolves (11 puntos) y Anunoby en los Knicks (10 puntos).
Incapaces de dar un zarpazo en uno u otro sentido, los dos equipos dejaron todo por decidir para el último cuarto (78-81).
Pese a que nunca llegaron a descolgarse en el marcador, los Knicks parecieron durante todo el encuentro con una marcha menos que los Wolves.
Un brutal mate con adicional de Edwards colocó un +8 para los visitantes con 7.21 por jugarse y Minesota ya no levantó el pie del acelerador hasta sellar el triunfo.