En su intervención en ambas instituciones, el capitán del equipo, Sergio Llull, profundizó en la dificultad de la temporada, y se mostró satisfecho por poder celebrar finalmente un título después de no haber podido conseguir el resto de objetivos planteados al comienzo.
"No ha sido un año fácil, ha sido un año bastante duro, con un calendario muy exigente. No habíamos podido cumplir todos nuestros objetivos hasta el día de hoy, pero creo que el esfuerzo que hemos hecho ha sido muy grande y podemos estar orgullosos", aseveró.
Además, agradeció a todos los integrantes del club antes de expresar que "acabar el año de esta manera siempre te deja muy buen sabor de boca" y prometer "el año que viene volver" a los festejos.
Por su parte, Florentino Pérez opinó que la liga ganada, el título número 100 en la historia del equipo de baloncesto, "vuelve a ser el símbolo de lo que representan los valores del Real Madrid como son el trabajo, el sacrificio, el compañerismo, la superación permanente, la humildad, el respeto y la solidaridad".
"Seguís protagonizando un ciclo ganador que es histórico. Este grupo de jugadores formáis una gran familia, y un ejemplo de ello es nuestro capitán Sergio Llull. El jugador con más partidos en la historia del Real Madrid de baloncesto y que con esta Liga se ha convertido en el jugador que más títulos nacionales ha ganado en la historia del baloncesto español", declaró.
Pérez no se olvidó del entrenador Chus Mateo, del director de baloncesto Juan Carlos Sánchez y su equipo de trabajo, y de los aficionados, a quienes dedicó este y "todos los éxitos del Real Madrid".
"El Real Madrid es un club universal que une a cientos de millones de personas a través de un mismo sentimiento, como es el madridismo, y de unos valores en los que basamos todos nuestros éxitos. Pero somos conscientes, y asumimos la responsabilidad, de llevar a Madrid en nuestro corazón y ser portadores de lo que representa esta tierra hospitalaria, acogedora, integradora y abierta al mundo", subrayó.
El Real Madrid se desplazó primero a la Comunidad de Madrid, donde, en ausencia de su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, la expedición fue recibida por el Consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín; posteriormente, acudió al Ayuntamiento, donde estaba esperando el alcalde, José Luis Martínez-Almeida.
Ambos políticos recibieron como obsequio una réplica de la copa de la Liga Endesa y una camiseta con su apellido y el dorsal número 1.
García Martín felicitó en su discurso a Llull, de quien dijo que es "una leyenda viva del baloncesto y del deporte madrileño y español", y al argentino Facundo Campazzo, MVP de la final, a quien agradeció su "magia" y que haya vuelto a enamorar con su talento, su "energía inagotable" y su "capacidad para decidir los partidos más difíciles y en los momentos más decisivos".
Tras firmar en el libro de visitas y salir al balcón, donde fueron recibidos por varios aficionados a los que jugadores como el propio Llull, Walter Tavares, Alberto Abalde, Usman Garuba, Mario Hezonja, Dzanan Musa, Campazzo o el recientemente 'drafteado' en la NBA Hugo González se dirigieron para agradecerles su apoyo, el grupo se trasladó el Ayuntamiento.
Allí, Martínez-Almeida puso en valor que el conjunto blanco "tiene más títulos que años de historia" y destacó que este equipo supone un "orgullo" para el pueblo madrileño.
También dedicó palabras a Florentino Pérez, a quien calificó como el "más prestigioso en términos de títulos" en "un club tan legendario" e insistió en que "lo más difícil" que tiene un equipo como el merengue es "superar la historia del Real Madrid" y "estar a la altura y la exigencia de un club como este".