Victoria con valor anímico

La selección paraguaya no jugó un buen partido, pero con gol de Derlis González derrotó 1-0 a México en Atlanta, Estados Unidos . El triunfo tiene un valor anímico muy importante para un equipo que está en renovación y la búsqueda de una identidad. En el empate parcial y en la ventaja, la figura fue Antony Silva.

Bruno Valdez, Richard Ortiz, el capitán  albirrojo, y Mateo Gamarra van a presionar al arquero mexicano Acevedo. (EFE)
Bruno Valdez, Richard Ortiz, el capitán albirrojo, y Mateo Gamarra van a presionar al arquero mexicano Acevedo. (EFE)ERIK S. LESSER

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Antony ataja; Derlis anota

No era un partido más. Por sobre todo para quienes militan en el fútbol paraguayo y quieren un lugar en la Selección Paraguaya. Para otros, era trasladar el buen momento, como el caso de Derlis González o Lorenzo Melgarejo.

De todas maneras, entre un tiempo a otro hubo mucha diferencia, la misma que quedó en evidencia con el ritmo, la velocidad, la determinación para jugar de los mexicanos.

El primer tiempo del equipo de Gerardo Martino fue una exhibición de pases, asociaciones, desbordes, de juego en sí. Mientras tanto, Paraguay miró y corrió por detrás, siempre uno o dos segundos tarde.

Si los aztecas no estaban arriba, y no por uno, sino por dos goles en el marcador fue por Antony Silva, quien fue clave para sostener el empate y, después del tanto, la ventaja.

El partido cambió en la complementaria no por el efecto gol, sino que por los cambios que comenzó a realizar Martino, quien está en el proceso de prueba para seleccionar jugadores con miras al Mundial Qatar 2022.

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Cansado, fue reemplazado Luis Chávez, un dolor de cabeza para todos, desde Iván Piris hasta los centrales. Nadie pudo controlar a nadie.

La victoria se dio con un gol de Derlis González

El gol fue una diferencia oportuna, para definitivamente quedar en el modo en el que podía sostenerse la Albirroja: el defender.

La acción que terminó con la anotación de Derlis González fue casual, nada predeterminado o elaborado. Un rechazo largo que cae frente a Carlos González, quien remató contra el palo y del rebote, el delantero de Olimpia empujó con el arco en blanco.

Desde entonces, la postura del seleccionado, siempre en función defensiva, fue mejor, con una configuración establecida, orden y el achique de los espacios, laterales y centrales. Así terminó el conjunto de Guillermo Barros Schelotto el juego.

La victoria tiene un valor anímico, es confianza, con mucho por mejorar en la forma, por sobre ofensiva de proponer un partido.

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