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La genialidad de Camacho volcó la balanza
Un verdadero golazo de Néstor Camacho terminó sacando a flote al equipo de Tacuary, que llegaba a Santísima Trinidad con una complicada racha de cuatro derrotas al hilo.
En la previa, la lógica apuntaba al Sportivo Trinidense, que jugando en casa siempre se mostró fuerte. En contrapartida, como visitante, el Buque no había conseguido buenos resultados.
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Pero fue el cuadro de barrio Jara el que tomó el protagonismo de arranque. Impuso su idea dentro del campo de juego y gracias a su propuesta ofensiva fue llevando aproximaciones interesantes sobre la portería del conjunto rival.
La primera parte transcurrió a puro goles, en la que la visita golpeaba y el local respondía rápidamente. Primero fue un cabezazo de Orlando Colmán, que Rodrigo Arévalo contestó por la misma vía. Luego el tiro libre de Camacho, ayudado por el desvío de César Benítez y la respuesta vino de la zurda de Milton Maciel. El trámite era de golpe por golpe.
En la segunda parte el cuadro auriazul buscó tener mayor peso dentro del área, atendiendo que la primera parte la cerró con mayor dominio, pero sin poder finalizar. Pero antes de poder acomodarse, Camacho se tuvo fe y sacó un zurdazo desde fuera del área que se clavó en el ángulo de Samudio.
A partir de ese momento, el juego se hizo muy luchado y caldeado por momentos. Trinidense fue con todo en busca del empate, Tacuary tuvo para liquidarlo de contra y evitar sufrir hasta ese minuto final.
“Veníamos jugando bien, no ganábamos, pero sabíamos que en algún momento tenía que salir (la victoria). Lo conseguimos ante un rival duro que en su cancha juega muy bien. Al final creo que salió un lindo partido y eso te demuestra la cantidad de goles. Los dos buscamos siempre el arco rival, nadie especuló nada”, explicó Marcelo Palau, entrenador de Tacuary.
Ante la consulta de por donde pasó la victoria, el DT indicó: “La clave estuvo en el juego que propusimos. Generamos muchas ocasiones, creo que podíamos haber marcado algún gol más para no sufrir tanto, pero esta victoria nos deja más tranquilos para afrontar lo que se viene en esta segunda rueda”.
Por su parte, el entrenador de Trinidense, José Arrúa, señaló: “Fue un partido en el que tuvimos mucha desconcentración. Ellos nos golpearon cuando tuvieron sus oportunidades y nosotros no fuimos certeros cuando generamos ocasiones”.
“El segundo tiempo prácticamente no se jugó. Ellos hacían hora, que son cosas del fútbol, pero era cuando tenía que intervenir el árbitro”, finalizó.