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Una de las sanciones más comunes aplicadas por la central de balompié mundial es impedir la incorporación de jugadores por determinados mercados de pases.
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Olimpia debería desembolsar alrededor de dos millones de dólares para liberar el “cepo” internacional.
Como el club cuenta con un plantel campeón, de interesante potencial, el rescate de atletas que son de sus registros se presenta como una alternativa, al menos hasta la siguiente ventaja de pases, en junio de 2025.
Eso daría cierto respiro a la dirigencia para honrar los compromisos, salarios, premios y pago de cuotas.
El primero en ser recuperado sería Marino Arzamendia (26), arquero que está a préstamo en Chacarita Juniors y que vendría al Bosque como rueda de auxilio de Gastón Olveira (31). Otro que podría retornar es el atacante Guillermo Paiva (27), últimamente en Colo Colo de Chile, aunque es pretendido por otros clubes trasandinos.
La cantidad de olimpistas diseminados en varias instituciones es numerosa. Pedro González (25, en Fénix de Uruguay), Juan Manuel Romero (23, Trinidense), Diego Torres (22, Trinidense), Sebastián Quintana (21, Nacional), Ronald Cornet (22, Sportivo 2 de Mayo) son algunos de ellos.
Los “foráneos” Diego Fernández (22), adquirido de Luqueño y cedido a Tacuary, y Javier Domínguez (24), del Sportivo 2 de Mayo, estarían aguardando ansiosos el levantamiento de la sanción para sumarse al grupo.
El entrenador Martín Palermo (51) habría sugerido cuatro incorporaciones: marcador central, mediocampista de contención, extremo y delantero.
No seguirían Matías Vera (29), Ramón Martínez (28) y Brian Montenegro (31).