Carlos Paul, el protagonista principal
Nueve minutos de adición en cada etapa grafican el protagonismo del arbitraje de Carlos Paul Benítez. El encuentro, que tuvo de todo —desde una buena cantidad de amonestados y dos expulsados, hasta un penal mal repetido sobre el final—, dejó en claro que los verdaderos actores, los jugadores, pasaron a un segundo plano, opacados por las decisiones del juez del partido.
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Ambos equipos mostraron desde el inicio sus ganas de llevarse los puntos. Fue Nacional el que arrancó mejor, tomando la delantera con una jugada de transición, que derivó en la incursión ofensiva de Fabrizio Jara, quien pasó al ataque y, sin ángulo de tiro, vio la mejor opción en Gustavo Caballero. Este, con un control orientado, ingresó al área y, con una definición rasante y cruzada ajustició a Olveira para poner el 1-0 en el marcador.
La Academia estaba mejor, pero pasando el primer cuarto de hora quedó con uno menos con la expulsión de Santiago Rojas, luego de que el portero impidiera una situación manifiesta de gol con la mano, fuera del área ante un avance de Luis Carlos Abreu. Esa incidencia dio vuelta el trámite y Olimpia pasó a ser superior, no por diferencia numérica, sino por lo diferente que ofrecía el talentoso Luis Abreu.
Pero antes del cierre de la primera mitad Marco Gómez, quien ya estaba pintado de amarillo, fue amonestado por segunda vez en el partido, en una acción en la que el juez inicialmente no sancionó con tarjeta, pero luego del llamado del VAR decidió volver a pintar de amarillo al volante y por ende mandarlo a las duchas, luego de una infracción contra el zaguero Claudio Núñez, en una disputa que no era pasible de sanción disciplinario.
Todo se fue pudriendo de a poco, el ambiente caldeado se hacía sentir en la siempre exigente preferencia del Arsenio Erico, y eso se contagiaba en el campo de juego, pero faltaba una polémica más a la extensa tarde de Barrio Obrero, que llegó en tiempo de adición. Alfaro desacomodó dentro del área a López y propició la polémica sanción de la pena máxima, que en primera instancia Gerardo Ortiz le tapó al propio Erik, pero Carlos Paul Benítez, respaldado por el VAR, ordenó la repetición de la ejecución de forma errónea, por una supuesta invasión de área, poco le importó a Iván Leguizamón, quien firmó el empate desde los doce pasos.
