Nómadas, perdidos en Primera
Un tremendo garrón nos comimos con este partido, que parecía un amistoso, no por los masivos cambios que casi siempre desnaturalizan un juego, sino por la manera de encararlo, casi de compromiso. Los goles maquillaron en parte el espectáculo.
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Una ocasión relativamente clara para cada elenco en la primera etapa. Remate frontal de Willian Candia se salió elevado por parte de Tembetary y centro a la carrera por izquierda de Ortiz que no lo pudo empalmar de buena forma Aarón Páez por el lado de Ameliano.

Dio la sensación que manteniendo el arco en blanco, los equipos ya estaban conformes. Por eso nadie arriesgó, propuso algo interesante para romper con la monotonía de los toques y los cortes frecuentes con las faltitas.
En la complementaria, la V azulada levantó un poquitito y eso fue suficiente para marcar la diferencia, con errores rojiverdes hasta infantiles.
Giovanni Bogado capturó un despeje de Colmán y asistió con toque sutil a Salah Samudio, quien de media distancia sorprendió a Chena para el 1-0.
Luego se dio una cabalgata del argentino Aranda, con tiempo y espacio ante el increíble retroceso de la defensa rival como si fuese Cristiano Ronaldo el que atacaba, para el balazo del lateral fuera del área y establecer el 2-0. Pleito liquidado para el festejo de los espectadores, mayormente villetanos.
Lo de Tembe no tiene nombre. Tanto esfuerzo para retornar a Primera, en la que parece estar de relleno. Su propuesta de fútbol es pobre y con siete partidos ya se debería ver la mano del técnico Cristian Díaz, aunque sea algo.
Ameliano empieza a sembrar lo que cosecha con el Botellón García, un conocedor del fútbol que merece pasar buenos momentos.