Los cambios fueron el factor desequilibrante
El espectáculo, desarrollado sobre un gramado en muy buen estado, resultó entretenido. Equipos con características distintas. Guaraní, con el intento de mayor elaboración de juego, aunque con dificultades por la presión del rival. Nacional, ordenado en la retaguardia y con salidas rápidas.
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El partido fue dinámico, por momentos de ida y vuelta. Una profunda intervención por izquierda del tricolor Darío Cáceres propició la intervención del uruguayo Rodríguez, quien dio un rebote capturado por el argentino Bailone, cuyo disparo al arco fue desviado de manera providencial por Servín.
Al Cacique se lo vio incómodo, sobre todo en el segundo tiempo. La Academia estuvo firme, no solo en la zona de contención, en todas las líneas.
Las modificaciones fueron el factor desequilibrante, porque pudieron levantar sus acciones, mientras que los visitantes no pudieron crecer.
Hugo Adrián Benítez conectó el balón apenas traspasado el medio campo, lo cedió a Gaona Lugo para la corrida y asistencia al debutante con la casaca tricolor. El atacante iteño, cedido por Olimpia, pudo romper el cero, dándole al encuentro lo que le faltaba, la emoción del gol, la misma que se extendió en el festejo con el encuentro con su madre.
Inmediatamente después, el técnico Pedro Sarabia bajó la persiana al reforzar su defensa. De todas maneras tuvo algunos sofocones, por las cargas frecuentes pero poco claras del Legendario.
Si bien en despliegue físico todo fue nivelado, se notó la diferencia en los planteles. Nacional tiene jugadores hechos, experimentados. Guaraní necesita tiempo para consolidar a los jóvenes.
La incógnita es qué tan tolerantes serán los aficionados aurinegros si no ganan. La intención del club es buena, dar cabida a los formados en la Toldería para generarse ingresos, pero todo proyecto debe ser sostenido con resultados positivos.