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Hablar de Cerro Porteño no es fácil, solo algunos conocen a fondo y tienen la autoridad moral para hacerlo. En ese reducido grupo se encuentra Saturnino Arrúa, el máximo ídolo del club Barrio Obrero y uno de los mejores jugadores paraguayos de la historia.
El Nino charló hoy con el grupo del Cardinal Deportivo y comenzó hablando de la Copa Libertadores. “Siempre digo que en mi época no se llevaba muy en cuenta lo que significaba la Copa Libertadores (…) ese equipo sí pudo haber sido campeón de la Copa. Ese equipo de 1972 era un equipazo. Al año siguiente fuimos convocados como 10 jugadores de Cerro Porteño para las eliminatorias al Mundial de Alemania”.
Recordó que “la prioridad siempre fue conquistar el torneo del fútbol paraguayo. Cuando participábamos lo hacíamos por viáticos nada más, no existía la cantidad de plata que hay ahora. Hay dos motivaciones para un futbolista: lo deportivo y lo económico. Cobrábamos bien y por eso preferíamos el campeonato local. Se nos trató demasiado bien”.
“Concuerdo con Francisco Arce. Si Cerro Porteño pretende conquistar la Copa Libertadores debe comenzar a trabajar desde las bases, hay que sentir esa casaca de Cerro. Cuando fui técnico y traje jugadores, les costó como dos años adaptarse a lo que es el fútbol de Cerro”, detalló.
Consultado sobre la contratación de César Farías se mostró sorprendido. “Habiendo tanto buenos profesionales paraguayos se trajo un venezolano. ¿Venezuela qué ha conseguido?”, se preguntó el Arrúa.
Además, “la característica de Cerro Porteño es del fútbol brasileño: un fútbol de toque, de velocidad. Nosotros nos divertíamos cuando jugábamos”.
Se mostró preocupado por cómo está el club ahora y se mostró abierto “para participar opinando. Así como sufre el pueblo cerrista, nosotros los futbolistas también lo hacemos, en especial yo porque represento a ese pueblo que me ha ayudado mucho para llegar donde llegue. Ellos me hicieron ídolo habiendo tantos buenos jugadores en el club”.
Mirando la próxima temporada y con la situación contractual y futbolística de Jonathan Fabbro, uno de los mimados actualmente por la afición azulgrana, el Nino se “quedaría con él, pero con la condición de que corra como yo corría cuando era futbolista. Es un gran jugador y solo le falta eso. En Cerro solo hay que tener corazón y sudar”.
Para Arrúa, “el mejor equipo que hay ahora mismo es Olimpia. El técnico (Fernando Jubero) descubrió muy pronto al equipo base. Cuando agarra el balón llega muy rápido al arco rival. Es muy parecido a nuestra época”.
Reconoció que gran parte de este Olimpia se debe al trabajo de Francisco Arce, de quien dijo que “tiene sangre cerrista. Inició en Cerro, se formó en Cerro”.
Con relación al pasado reciente del actual entrenador de Guaraní, el Nino señaló que “se debe mirar el buen trabajo que puede hacer un profesional para poder conseguir algo. Hay que olvidarse que él se fue al Olimpia. Yo no tengo ese problema porque no jugué en ese club. Pero Olimpia se merece mi respeto. ¿Quién no va a querer dirigir a Olimpia? ¿Quién no va a querer jugar en el Olimpia? Es otro de los clubes grandes que tiene el fútbol paraguayo”
“Respeto mucho a la gente del Olimpia. Gracias a las conquistas en la Copa Libertadores se ha hecho conocido nuestro fútbol”, manifestó. Arrúa apuntó que Cerro Porteño últimamente sacó una buena cantidad de jugadores pero que se necesita darle mayor continuidad juntos para lograr conquistas importantes.