Del ritmo vertiginoso inicial, a la regulada
Cerro Porteño inclinó rápido la balanza a su favor. El quiebre se produjo con un accidente de Recoleta, un tiro de esquina ejecutado por Cecilio Domínguez que bota y da en el brazo extendido de Lucas González para el penal.
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Buena ejecución de Jonatan Torres al palo opuesto al que arrojó él uruguayo Falcón para la ventaja inicial azulgrana que luego se fue extendiendo.
El Canario se vio superado por un rival motivado por la tempranera conquista y que lo arrinconó, llegando al segundo tanto mediante el doble cabezazo en el área de Cecilio y Sergio Araújo.
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El buen servicio aéreo del charrúa Domínguez fue conectado por el #10, cuyo envío fue en dirección a la portería, pero para asegurar se arrojó de palomita el argentino que parecía estar adelantado, pero la tecnología marcó que se encontraba en posición lícita.
Los aurinegros intentaron meterse en partido. En medio de ese proceso, el Ciclón configuró la goleada antes de la primera hora de juego. Fantástico pase filtrado de Gastón Giménez para la excelente resolución de Iturbe.
Parecía un recital cerrista, en parte por el buen desempeño colectivo y porque “Reco” no asimiló los golpes recibidos.
Falló Araújo, luego Cecilio que en un mano a mano con el golero intentó picar el balón por encima del guardameta, pero no le salió.
En la complementaria se vio una opaca versión del Ciclón. Los cambios deslucieron el espectáculo que había tenido un alto contenido emotivo en la fracción inicial.
Perfecta asistencia de Sandoval a Lucas González, quien con su gran resolución pudo maquillar el resultado.
Dio la sensación que el Ciclón podía desplumar al Canario con más goles, pero se quedó con lo hecho en la primera etapa.
