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En el 2016 el golero mundialista juvenil con la Albirroja en Turquía 2013 tuvo un rol protagónico en Independiente para el ascenso de la División Intermedia a la máxima categoría. El 2017 jugó solo dos partidos, ambos contra Cerro Porteño en reemplazo del titular Pablo Gavilán, y en su segundo duelo frente al Ciclón dio positivo en el antidoping.
Morel admitió haber consumido una “droga social” (cocaína) y fue suspendido por la Organización Nacional Antidopaje (ONAD), que le sancionó con dos años de suspensión, con la posibilidad de reducción de la pena a un año si cumple una serie de requisitos, como la presentación de exámenes que demuestran la evolución de su tratamiento.
Diego se despidió de Independiente agradeciendo a sus autoridades. Se cumplió su contrato y no hubo posibilidad alguna para la prolongación del vínculo. Señaló que solo le faltan tres meses para retornar al fútbol profesional. De acuerdo a la prensa ecuatoriana, el cuidapalos podría continuar su carrera en el Técnico Universitario de Ambato.