Duelo de gigantes

RÍO DE JANEIRO. Inglaterra e Italia, dos gigantes en busca de su identidad, comienzan mañana su participación en el Mundial de Brasil en una situación extrema, tan temerosos del rival como de las condiciones que se encontrarán en Manaos.

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El sorteo y la FIFA han querido que, a las primeras de cambio, el Mundial ofrezca un duelo épico, un nuevo “rumble in the jungle” (rugido en la selva) cuarenta años después de que Mohammed Alí y George Foreman dieran al mundo un combate para la historia.

Esta vez no es en Kinshasa, ni hay un título mundial en juego, pero la desproporción es parecida. Llevar a dos de las selecciones más históricas al corazón de la mayor selva del mundo, construir un estadio de la nada, con una inversión desmesurada (más de 290 millones de dólares con un sobrecoste de 70 millones), en una ciudad que no cuenta siquiera con un equipo en la tercera división, se asemeja a aquel antojo de Mobutu Sesé Seko de disfrutar del mejor combate en la capital de Zaire.

Todo son incógnitas en el arranque de Inglaterra e Italia, que dudan tanto de su momento de forma como de las condiciones a las que tendrán que enfrentarse.

De momento, ya ha habido una queja de la FIFPro, el sindicato de los jugadores, por el estado del terreno de juego: seco, duro y con calvas. Hay sospechas hasta de que se han “coloreado” algunas zonas para que el Arena Amazonia presente un mejor aspecto el día de su debut mundialista.

A ello, hay que añadirle la incertidumbre que provoca jugar en el Amazonas, con casi 30 grados de temperatura, una humedad superior al 50 por ciento y hasta el temor a la malaria -los ingleses, por si acaso, ya han puesto en su dieta la dosis de pastillas diaria para evitarla-.

Y luego está el momento de ambos.

Inglaterra llega llena de dudas. Cuenta con una generación de jóvenes que apunta alto, pero sin experiencia en grandes competiciones, y sus veteranos (Steven Gerrard, Wayne Rooney) no parece que estén en un gran momento. Su empate sin goles contra Honduras en su último amistoso no invita al optimismo.

Italia parecía haber encauzado su juego de la mano de Cesare Prandelli que, renovado hasta 2016, puede convertirse en el primer técnico de la Azurra que se mantenga más de cinco años en el cargo desde Enzo Bearzot, el campeón del mundo en 1982.

Prandelli sedujo a la afición italiana, que recuperó la confianza en un equipo que pasó de no jugar a nada a mostrar un atractivo esquema ofensivo que le llevó al subcampeonato europeo.

Pero el aura del italiano comienza a difuminarse. Su decisión de prescindir de Giovanni Rossi, que forzó su recuperación al límite para llegar al Mundial, el estricto código ético que ha impuesto a su plantilla, y, sobre todo, los malos resultados en la fase de preparación han rebajado su ascendente sobre la afición.

Italia ha sido incapaz de vencer a rival alguno en siete encuentros, hasta el 3-5 del “amistosísimo” partido que jugó contra el Fluminense esta semana y recibe goles con demasiada facilidad.

Su ataque, además, sigue a expensas de la genialidad de Mario Balotelli. Prandelli ha querido guiar a su estrella como un padre, pero la inestabilidad del atacante del Milán, que el martes pidió matrimonio a su novia, en plena concentración, convierte su juego en una moneda al aire.

El técnico ha perdido en el último momento al lateral Mattia de Sciglio, lesionado en el último entrenamiento, y persiste la duda sobre la recuperación física de Marco Verratti, que sufrió un proceso febril esta semana.

Para suplir a De Sciglio podría situar a Abate en la derecha y Darmian en la izquierda, como hizo el domingo contra el 'Flu' o desplazar a Chiellini al lateral.

En Inglaterra, todos están pendientes de Danny Welbeck, que supuestamente se ha recuperado en tiempo récord de la lesión muscular que sufrió el pasado martes.

Welbeck es un caso singular. No marca con el Manchester United desde el 11 enero pero Roy Hodgson sabe extraer lo mejor de él y que en la selección ha anotado 5 goles en 12 encuentros.

Mañana, los dos gigantes saldrán de dudas. En la selva, buscarán una liana que les conduzca a la siguiente fase, que alimente las esperanzas de dos históricos hambrientos de gloria.

Ficha técnica:

Inglaterra: Hart; Johnson, Cahill, Jagielka, Baines; Lallana, Gerrard, Henderson, Sturridge; Rooney, Welbeck.

Entrenador: Roy Hodgson

Italia: Buffon; Abate, Barzagli, Chiellini, Darmian; De Rossi; Candreva, Verratti, Pirlo, Marchisio; Balotelli.

Entrenador: Cesare Prandelli.

Árbitro: Bjorn Kuipers (Holanda)

Estadio Arena Amazonia de Manaos. 40.000 espectadores.

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