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Era el segundo periodo en el que el club de Barrio Obrero tardó para ser campeón. La primera fue entre 1918 y 1935. La segunda fue en ese periodo de 1977 a 1987. Cerro había logrado el campeonato en el año 77 cuando le ganó el torneo a Libertad. En ese período de diez años, Cerro no pudo ser campeón y tuvo que soportar siete títulos de su tradicional rival (incluido un hexacampeonato entre 1978 y 1983). Además del campeonato en la Libertadores de 1979.
La obsesión para los cerristas era volver a ser campeón en el fútbol paraguayo. Estuvo cerca en 1984 pero fue Guaraní el que se consagró como el mejor tras derrotar en la última fecha a Olimpia. El Ciclón fue subcampeón. En 1985 fue de nuevo Olimpia el campeón. En 1986 Cerro tuvo buena participación, ingresó a la liguilla como el mejor pero no pudo coronarse campeón. El mejor fue Sol de América.
Magno Ferreira Falcón era el presidente quien a principios del año 1987 contrató al brasileño Valdir Espinosa. Néstor Kerber llegó como el preparador físico y como refuerzo los brasileños Tarciso y Joaozinho, ambos delanteros. En 1986, Raúl Navarro llegó de Nacional, Pedro Osvaldo García de Sportivo San Lorenzo y José Domingo Riveros de Sol de América. La gran aparición esa temporada de 1987 fue Félix Brítez Román, goleador en las inferiores. Fue promovido al equipo principal y no decepcionó.
El campeonato era disputado por diez equipos, eran tres ruedas de nueve partidos cada uno y la liguilla en la que ingresaban seis. El equipo que llegará a ganar las tres ruedas se consagraría campeón sin tener la necesidad de jugar la liguilla.
Cerro mostró un gran nivel, superior al de todos sus rivales y luego de la disputa de la octava fecha ya consiguió el primer lugar. La novena fecha tenía que jugar ante Nacional y Espinosa señaló que iba a poner al equipo paralelo y que la hinchada tendrá vacaciones. Fue el paralelo y Cerro perdió su invicto al caer 2-1 ante la academia con muy poca presencia de público.
La segunda rueda Cerro se vio reforzado con la llegada de Robson Retamozo, era el tercer brasileño del equipo. Tarciso se ganó la titularidad, Joazinho no pudo y era la primera opción de cambio. Robson era un volante, tenía 29 años y era el jugador que faltaba para el Ciclón. Bajó su comando y el de Pedro Osvaldo García, Cerro jugó un gran fútbol y volvió a ganar la segunda rueda del torneo.
En la tercera rueda el rival de Cerro Porteño fue Guaraní, incluso le había derrotado en el partido que jugaron entre sí. El azulgrana llegó a la última fecha con un punto por debajo del aurinegro. Raúl Navarro, arquero del Ciclón ese año, habló para el Cardinal Deportivo. “Nosotros no pensábamos en ser los campeones porque llegamos con un punto por debajo de Guaraní y pensamos que iban a ganar su partido”.
Cerro tenía que derrotar a Libertad y esperar la victoria de General Caballero ZC para ganar la rueda y gritar campeón diez años después. El público azulgrana estaba entusiasmado, llenó el Defensores del Chaco en aquel domingo 18 de octubre de 1987. General Caballero ZC hizo lo suyo, derrotó 1-0 a Guaraní.
En el Defensores del Chaco, Cerro comenzó el partido ganando. A los dos minutos, Tarciso marcó el gol que después le dio el triunfo de 1-0 y el campeonato después de una década.
Raúl Navarro; Alcides Barreto, César Zabala, Catalino Rivarola y Justo Jacquet; Pedro Garay, José Domingo Riveros, Pedro Osvaldo García y Robson; Tarciso y Félix Brítez Román era el equipo titular de Valdir Espinosa. También jugaron varios partidos Mario Florentín, Gustavo Ramos, Blas Cristaldo, Estanislao Struway, Gustavo Sotelo, Roberto Armoa, entre otros.
Ya han pasado 31 años y sigue siendo un campeonato especial para los hinchas de Cerro Porteño que siempre recuerdan a ese equipo que hacía que el Defensores esté lleno en cada partido. Fue la primera y la única vez que un equipo fue campeón sin jugar la liguilla.