Después del envite frente al Brest en la jornada europea, el técnico vasco se dejó de probaturas en el once y colocó de inicio a casi toda su artillería, incluido el punta nigeriano Victor Boniface, ausente en el choque de ‘Champions’ tras su accidente de coche del domingo anterior.
El combinado hanseático, sin embargo, salió a morder desde el arranque y, con una estampida en la primera jugada del partido ya pudo adelantarse, gracias a un remate en el área de Marvin Ducksch que atrapó Hradecky. Boniface dio la réplica en la siguiente acción, pero su disparo se perdió por poco en el trepidante inicio.
El equipo dirigido por Ole Werner presionaba continuamente las salidas desde atrás del Leverkusen, incómodo en las tareas de creación de juego ante el ímpetu de los locales, y de una de esas apreturas, nació otra ocasión clara.
Un balón robado en el medio campo por Weiser a Grimaldo dio lugar a un magistral pase en largo para Ducksch, pero su intento de vaselina, solo ante el portero finlandés, se quedó algo manso para sobrepasar al capitán de los 'Werkself'. El mismo delantero probó posteriormente fortuna con un colocado disparo desde el pico del área, el cual obligó a intervenir al cancerbero nórdico con una gran estirada.
Le costaba encontrar con la misma facilidad la puerta contraria a los del entrenador vasco. Sus escasas iniciativas llevaban siempre la firma de Frimpong, de los pocos activos en la faceta ofensiva, pero rara vez culminaban en una finalización con peligro.
La primera que lo tuvo, eso sí, fue contundente. Una jugada por banda derecha, otra vez con el carrilero neerlandés como protagonista junto al mágico Florian Wirtz, convergió en un pase al corazón del área que remachó Boniface, el cual, en su celebración, desplegó la camiseta de su compañero Adli, lesionado de gravedad ante el Brest el miércoles.
El Leverkusen recibía demasiado premio para lo visto hasta el momento, aunque el gol no desmoralizó a los de Bremen. El Werder comenzó a monopolizar la posesión a medida que el campeón alemán retrasaba las líneas para tratar de buscar los contragolpes; pero, en un despiste de Grimaldo, lo que pudo llegar fue el empate por cortesía de Weiser, cuya definición, a la media vuelta, salió alto por poco.
El cuadro local no desistía en su intentona para poner las tablas, con numerosas llegadas al área que amenazaban al Bayer, pero no consiguió traducir en el marcador sus esfuerzos antes del descanso.
En el regreso de vestuarios, el cuadro de la compañía farmacéutica trató de recuperar el control del partido. Sus posesiones comenzaron a ser más largas e incisivas y a punto estuvo de marcar el segundo. Una jugada de Wirtz por la izquierda fue despejada por el meta Zetterer, cuyo rebote cayó en los pies de Terrier, quien, solo, chocó en su resolución con el cancerbero.
Y aún más clara fue la siguiente: otra jugada por el costado, esta vez de Grimaldo por el derecho, acabó en un paso a la corona del área que volvió a rematar Boniface, pero esta vez para que el arquero se luciese con una sensacional parada.
A partir de ahí el juego se trabó. Comenzaron a producirse numerosas faltas por parte de uno y otro equipo y el Leverkusen vio frenada su vertiginosa salida tras el entretiempo. Seguía combinando en campo contrario, pero el cerrojo improvisado por los de Werner le dejó sin espacios y sin ideas.
De ello trató de aprovecharse el Werder, y otro duro golpeo de Ducksch, tras una ofensiva por la derecha, puso a prueba nuevamente a Hradecky. Y minutos después, un balón colgado al área por Malatini fue, por fin, materializado por el persistente delantero tras un gran remate de cabeza.
No le duró apenas la alegría. Nada más reiniciarse el juego, un balón servido desde la izquierda por Andrich, tras rebotar en Schick, terminó por dispararlo con infortunio a su propia portería el defensa Felix Agu al tratar de evitar que llegara Frimpong, para restablecer la ventaja del Leverkusen.
Wirtz, de tremendo disparo desde el pico del área, incluso pudo sellar el triunfo, pero el esférico se estampó contra el palo y su equipo lo lamentaría sobremanera.
A punto de cumplirse el 90, una embestida a la desesperada de todo el Werder finalizó en un disparo impresionante de Romano Schmid desde el borde del área ante el que no pudo responder el arquero finés. Con la misma medicina que tantas veces han empleado para ganar partidos al límite, se veían castigados los de la aspirina.
La igualada frente al equipo ante el que certificó el histórico título el pasado mes de abril, aleja a los de Xabi Alonso de seguir la estela de los líderes de la Bundesliga y queda a cinco puntos del Leipzig y a dos del Bayern Múnich, a la espera de lo que haga el domingo el conjunto bávaro.
Ficha técnica:
2- Werder Bremen: Zetterer; Malatini (Topp, m. 87), Friedl, Pieper (Jung, m. 82); Weiser, Bittencourt (Njinmah, m. 68), Lynen, Agu (Köhn, m. 82), Grüll (Burke, m. 82), Schmid; Ducksch
2- Bayer Leverkusen: Hradecky; Tapsoba, Tah, Hincapie; Frimpong, Xhaka, Andrich, Grimaldo, Terrier (Aleix García, m. 82), Wirtz; Boniface (Schick, m. 70)
Goles: 0-1, m. 30: Boniface; 1-1, m. 74: Ducksch; 1-2, m. 77: Agu (propia puerta); 2-2, m. 90: Schmid
Árbitro: Florian Badstübner. Mostró tarjeta amarilla a Weiser, del Werder Bremen, e Hincapié, del Bayer Leverkusen
Incidencias: Encuentro correspondiente a la octava jornada de la Bundesliga disputado en el Weserstadion de Bremen ante unos 42.000 espectadores. Antes del partido se guardó un minuto de silencio en recuerdo a Dieter Burdenski, histórico portero del Werder fallecido el 9 de octubre.