Bolivia, de la desesperanza a un atisbo de ilusión

Gina BaldiviesoLa Paz, 20 nov (EFE).- El 2024 fue para Bolivia como estar en una montaña rusa, pues pasó de iniciar el año como penúltima en las eliminatorias suramericanas del Mundial 2026 y tener una decepcionante Copa América, a ilusionarse con volver a una cita mundialista después de tres décadas.

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Desde que comenzaron a disputarse las eliminatorias, la Verde tuvo tres técnicos: el argentino Gustavo Costas, el brasileño Antonio Carlos Zago y el boliviano Óscar Villegas.

Con los dos primeros en el banquillo, Bolivia apenas logró un triunfo en las seis primeras jornadas disputadas en 2023 y bajo el mando de Zago, volvió a quedar, por cuarta vez consecutiva, fuera de la Copa América en fase de grupos sin lograr ni una victoria.

Tras el desastre en el torneo continental, Villegas asumió el mando de un equipo golpeado y casi sin apoyo de su hinchada, además con el reto de lograr un recambio que era reclamado desde hace años.

"¿Ustedes quieren que les diga que vamos a ir al mundial? No creo que estén pidiéndome que mienta o que trate de vender falsas ilusiones", dijo al asumir el mando de la Verde el estratega, cuya política ha sido enfocarse en el rival inmediato.

También decidió mover la casa de la selección del estadio Hernando Siles de La Paz, a 3.600 metros de altitud, a los más de 4.000 metros del Municipal de El Alto, el 'Titán de Villa Ingenio', situado en esa ciudad vecina de la sede del poder político boliviano.

Al margen del cambio de sede, los jugadores que disputaron las seis fechas de eliminatorias este año han destacado el 'método Villegas' por la confianza y tranquilidad que el seleccionador les suele infundir.

Villegas se estrenó con tres victorias al hilo que incluyeron una goleada por 4-0 a Venezuela, un 1-2 en su visita a Chile y un triunfo por 1-0 ante Colombia, que supuso el fin del invicto de los cafeteros.

Estos resultados despertaron en la hinchada boliviana una ilusión que no se veía desde la histórica campaña liderada por el español Xabier Azkargorta que llevó a la Verde a su primer mundial por mérito propio, el de Estados Unidos en 1994.

La renovada esperanza boliviana sufrió dos caídas duras, el 6-0 en casa de Argentina, la campeona vigente del mundo, y otra goleada por 4-0 ante Ecuador en Guayaquil.

El último partido de este año, en el que la Verde empató 2-2 en El Alto con Paraguay, dejó un sabor agridulce porque el equipo de Villegas acostumbró a la hinchada al triunfo en casa.

El sello del nuevo seleccionador boliviano también fue la convocatoria de varios jugadores juveniles, con un promedio de edad de 24 años o menos.

Esto no cayó bien del todo entre sus detractores que le criticaron por llevar mayormente a jugadores sub'23 para enfrentar a Ecuador y que consideran que la falta de experiencia de la plantilla influyó en el empate ante los guaraníes.

Otros elogian esa renovación que dio oxígeno a la Verde con la llegada de futbolistas como Enzo Monteiro, Ervin Vaca o Miguel Terceros, sin dejar de lado a experimentados como los porteros Carlos Lampe o Guillermo Viscarra, el capitán Luis Haquín o el goleador Carmelo Algarañaz.

Quien se ha convertido en el nuevo emblema de Bolivia es Miguel Terceros, 'el chico de la villa', el centrocampista del Santos brasileño sub'20 que lleva anotados cuatro goles en las eliminatorias.

Miguelito contribuyó a la goleada contra Venezuela, marcó el gol decisivo ante Chile, anotó el del triunfo ante Colombia y convirtió el segundo ante Paraguay.

La Verde logró salir del fondo de la clasificación y acaba el año con 13 unidades, diez conquistadas en la Era Villegas, y se sitúa en el séptimo lugar, es decir, con opciones a disputar la repesca.

El seleccionador se lamentó por cerrar con un empate en casa, aunque confía en el crecimiento de sus jugadores y ya piensa en los próximos encuentros, en los que Bolivia visitará a Perú y recibirá a Uruguay en marzo.

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