“La idea de defender 4-4-2 es la correcta. Hay que destacar el trabajo de los extremos, Bellingham y Rodrygo, que trabajan mucho. Hay que seguir con esta idea”, señaló ‘Carletto’ en rueda de prensa al explicar la mejoría de su equipo manteniendo a los cuatro jugadores de ataque.
La asociación entre Jude Bellingham, Rodrygo Goes, Vinícius Junior y Kylian Mbappé tocó fondo en el clásico de la Supercopa de España. Goleada 2-5 sufrida ante el FC Barcelona y, como en el clásico de Liga, ante Liverpool o Milan, el Real Madrid se hundía en grandes escenarios.
Sin embargo, Ancelotti reflotó a su equipo en el día a día, la pieza más débil, a priori, de los cuatro, Rodrygo Goes, anotó diez goles y repartió cuatro asistencias en 11 partidos; lo que le colocó en el escenario de los ‘intocables’.
Y con este cambio de rol, Ancelotti recurrió a un esquema defensivo que le había dado éxitos en el pasado, pero para lo que necesitaba un “compromiso” defensivo que no había encontrado antes.
4-4-2 en fase defensiva, con Bellingham de extremo izquierdo y Rodrygo en derecha para poder competir por todos los títulos.
La vuelta de Tchouaméni al medio y la confirmación de Asencio
Un esquema en el que también hacía falta que poco a poco se vaciara la enfermería del conjunto blanco. Sin centrales sanos de la primera plantilla, Tchouaméni y Asencio se habituaron a ejercer como pareja en el eje, pero con la vuelta de Rüdiger, el galo volvió a su lugar natural.
Un Tchouaméni siempre defendido a ultranza por Ancelotti, que pasó a ser central de “emergencia” y que ante el Manchester City retornó a jugar como pivote, la posición en la que más cómodo se siente.
“Cuando está en su posición muestra toda su calidad. La pareja con Ceballos le viene bien al equipo. Es muy correcto en el aspecto defensivo. Es un jugador muy importante para nosotros porque tiene este tipo de características. No puede ser Kroos o Ceballos, pero ellos tampoco pueden ser él. Para ser un buen equipo hay que combinar las características de cada uno”, respondió Ancelotti, de nuevo, defendiendo a su futbolista.
La vuelta de Tchouaméni al centro del campo supuso también que Raúl Asencio se confirmó como central al lado de Rüdiger. En otros partidos de importancia -ante Atalanta, Brest, Sevilla, Valencia, y FC Barcelona-, el canterano fue relegado al banquillo en favor de la pareja Tchouaméni-Rüdiger; pero ante el Manchester City fue diferente.
Tras crecerse en su duelo con Erling Haaland en la ida -sin minutos en la vuelta por lesión-, Asencio fue titular y, aunque sin grandes complicaciones en defensa, exhibió dos de sus grandes facultades: la lectura para ir al corte y el carácter, ese que levantó al público del Real Madrid de sus asientos para ovacionar a su canterano.
Valverde y el mejor lateral derecho del mundo
De la baja de Lucas Vázquez por una lesión muscular, unida a la de larga duración de Dani Carvajal, surgió una opción, de nuevo de “emergencia” que ha acabado convirtiéndose en un ‘problema’ para Ancelotti, ya que Fede Valverde está rindiendo al nivel de los mejores del mundo.
“Es muy difícil encontrar a un lateral derecho como él. Para mí es complicado ver su mejor posición para el equipo en cada partido”, señaló Ancelotti recientemente.
Y los datos le avalan. Dos asistencias en los dos últimos encuentros, ambas a Kylian Mbappé. Según datos de BeSoccer Pro para EFE, contra el Manchester City disparó menos que su media (1 -en una jugada ensayada en un saque de esquina- por los 1,48 cada 90 minutos) al jugar en una posición más retrasada a la habitual, pero filtró más pases con éxito (12 por 6,77), perdió menos balones (2 por 6,89) e intentó más pases (61 por 56,1).
Rendimiento de élite de Valverde fuera de su posición y que abrirá el debate de cara a futuros compromisos de entidad cuando Lucas Vázquez vuelva de su lesión muscular, algo cercano a ocurrir.
Mientras, Ancelotti volvió a salir victorioso ante Guardiola y, sobre todo, encontró su fórmula hacia el éxito para construir un equipo a la vez que Kylian Mbappé sigue marcando diferencias en ataque.