A la espera de una derrota o dos empates del Nápoles es lo que le toca al conjunto dirigido por Simone Inzaghi, que retorna a la competición liguera entre la presión de la clasificación y la euforia y el desgaste de su formidable duelo ganado al Barcelona en la vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones (4-3).
De su recuperación de tanto sacrificio dependerá su rendimiento en la visita al Torino, undécimo en la tabla, entre la irregularidad de todo el curso, marcado por 14 empates. Solo ha ganado uno de sus últimos seis choques y ha sido derrotado en diez de sus últimos once enfrentamientos, en casa o fuera, contra el conjunto “neroazzurro”.
Nápoles, favorito indiscutible
A falta de tres jornadas, los tres puntos de ventaja otorgan al Nápoles la condición de favorito indiscutible a su segundo “Scudetto” en las tres últimas temporadas.
El equipo celeste encadena cuatro victorias y nueve jornadas invicto antes de recibir este domingo al Génova. Ya salvado y sin opciones por Europa, no se juega nada su adversario, que transita por la mitad de la clasificación.