Champions League: PSG creció desde la zozobra; el Inter navegó con solidez

El París Saint Germain disputará la segunda final de su historia en la Liga de Campeones después de una trayectoria dubitativa en la primera fase, en la que zozobró hasta jugarse el pase en la última jornada, y más consistente y atractiva en las rondas eliminatorias, mientras que el Inter, que luchará por su cuarta corona, navegó con sobriedad y solidez hasta que ante el Bayern y el Barça mostró atrevimiento y una gran capacidad competitiva cuando el partido lo necesitó.

Combinación de fotos con el capitán del Inter, el argentino Lautaro Martinez (i) y el defensor del París Saint Germain, el brasileño Marquinhos, quienes se verán en la final de la Champions League, el sábado.
Combinación de fotos con el capitán del Inter, el argentino Lautaro Martinez (i) y el defensor del París Saint Germain, el brasileño Marquinhos, quienes se verán en la final de la Champions League, el sábado.050012+0000 PIERO CRUCIATTI

De estar al borde del k.o. a estar a un solo paso de alcanzar el eterno anhelo de un proyecto parisino ahora ya sin grandes estrellas tras la marcha de Leo Messi, Neymar y Kylian Mbappé, pero con una concepción más cercana al bloque, al conjunto, bajo la batuta de Luis Enrique Martínez, auténtico director de orquesta.

Simone Inzaghi (i) entrenador del Inter de Milán y en español Luis Enrique (d), el técnico del París Saint Germain.
Simone Inzaghi (i) entrenador del Inter de Milán y en español Luis Enrique (d), el técnico del París Saint Germain.

Pese a tener un estreno de curso europeo victorioso ante el novato Girona (1-0) con un afortunado autogol del meta argentino Paulo Gazzaniga al final, el PSG se empezó a complicar la vida con su derrota en el Emirates ante el Arsenal de Mikel Arteta (2-0), el empate contra el PSV (1-1) en el Parque de los Príncipes, donde sufrió otro nuevo tropiezo frente al Atlético de Madrid (1-2) con una diana del argentino Ángel Correa sobre la campana.

El 1-0 encajado a continuación en Múnich ante el Bayern encendió las alarmas. El PSG se quedaba apenas sin margen de error. La conjura dio sus frutos. Cumplió con los pronósticos en Salzburgo (0-3), se levantó de la lona ante el Manchester City tras ir perdiendo por 0-2 con una vibrante remontada (4-2) y se ganó una plaza en la repesca en Stuttgart (1-4) en un festival anotador de Ousmane Dembele.

Miles de aficionados simpatisantes del Inter de Milán y del PSG franés ya se encuentran en Múnich, Alemania, a la espera de la gran final del sábado.
Miles de aficionados simpatisantes del Inter de Milán y del PSG franés ya se encuentran en Múnich, Alemania, a la espera de la gran final del sábado.

El Brest, una de las revelaciones del torneo, no le planteó apenas problemas en esta ronda clasificatoria para octavos. El 0-3 que logró en la ida dejó todo sentenciado. Aún así, el PSG ofreció un festival a su hinchada en la vuelta (7-0).

La deficiente clasificación de la primera fase abocó al conjunto de Luis Enrique a enfrentarse al primero de la liga y para muchos gran favorito, el Liverpool de Mohamed Salah, lanzado hasta ese momento, en una de las grandes eliminatorias de octavos. La ida confirmó los temores. Los ‘reds’ ganaron en el Parque de los Príncipes 0-1 con un postrero tanto de Harvey Elliott.

Todo parecía de cara para el conjunto de Arne Slot, por entonces la referencia futbolística del momento. Pero el PSG volvió a rebelarse y gol inicial de Dembele firmó el 0-1 en Anfield que condujo el enfrentamiento a la tanda de penaltis, donde emergió, agigantado, el meta italiano Gianluigi Donnarumma.

El español Andres Iniesta lleva el trofeo de la UEFA Champions Legue durante la apertura del Festival de la Champions, en el Olympic Park en Múnich.
El español Andres Iniesta lleva el trofeo de la UEFA Champions Legue durante la apertura del Festival de la Champions, en el Olympic Park en Múnich.

Solo pudo batirle Salah, mientras que el cuadro francés hizo pleno, 1-4 y a los cuartos. De nuevo tuvo que volver a Inglaterra, pero esta vez lo hizo con ventaja después de vencer por 3-1 al Aston Villa de Unai Emery. Ni así evitó el sufrimiento, porque pese a adelantarse en la primera media hora con un 0-2, la reacción del conjunto de Birmingham fue eléctrica hasta situarse con un 3-2 y disponer de opciones hasta de forzar la prórroga.

Sobrevivió el PSG y otra vez tuvo que viajar al Reino Unido. Su rival, el Arsenal de Mikel Arteta, se presentaba con el aval de haber destronado al campeón, el Real Madrid, y haber desplegado notables argumentos durante la competición, sin ir más lejos en el 2-0 que le endosó en la segunda jornada de la fase liguera.

Esta vez no ocurrió lo mismo y otro gol al inicio de Dembelé puso en ventaja al equipo de Luis Enrique (0-1) que remató la faena en el Parque de los Príncipes (2-1) con goles de Fabián Ruiz y Achraf Hakimi para meterse en la segunda final de su historia.

El camino del Inter comenzó en Manchester ante el City de Pep Guardiola, a priori uno de los grandes favoritos al cetro universal, campeón hacía dos ediciones. El equipo de Simone Inzaghi avanzó en el Etihad lo que iba a ser su trayectoria.

En la primera fase dejó la portería a cero en siete de los ocho partidos. Solamente el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso fue capaz de marcarle y ganarle (1-0). El City le empató (0-0) y el resto sucumbió, entre ellos el Arsenal (1-0).

Cinco de sus victorias llegaron con tan solo un gol en sus partidos. Esa solidez y sobriedad alimentó el sueño del conjunto interista que confirmó ante el Feyenoord en Rotterdam con su victoria por 0-2 ratificada en casa con un 2-1, pero sobre todo en la eliminatoria de cuartos ante otro gigante del fútbol europeo y mundial, el Bayern Múnich, que tenía depositadas grandes ilusiones en esta edición en la que la final se disputa en su feudo del Allianz Arena.

Un gol del argentino Lautaro Martínez y otro al final de Davide Frattesi firmaron el 1-2 en el coliseo bávaro. El Inter daba un golpe encima de la mesa y consolidaba su marcha.

Aunque el campeón alemán batalló en San Siro no pudo impedir la progresión del bloque de Inzaghi, de nuevo resguardado en otro gol de Lautaro (2-2).

El Inter tuvo que multiplicar la apuesta y la adrenalina hasta límites insospechados en una semifinal para el recuerdo ante el Barcelona, saldada a su favor tras dos duelos tremendos, inolvidables, en los que todo pudo pasar y volvió a ocurrir lo mismo que en 2010 con Jose Mourinho en el banquillo, cuando su Inter apeó a los azulgranas y luego ganó la Champions en el Santiago Bernabéu ante el Bayern.

En esta ocasión la ida se disputó en Barcelona. El Inter, en una demostración de eficacia, se situó con un 0-2 y un 1-3 que consiguió igualar el cuadro de Hansi Flick (3-3) con una de sus numerosas reacciones esta temporada. Volvió a ocurrir lo mismo en la vuelta en San Siro.

Lautaro y el turco Hakan Çalhanoglu dispararon al Inter en el primer periodo, pero el Barcelona, con dianas de Eric García, Dani Olmo y el brasileño Raphinha, remontó hasta el 2-3 y rozar el pase a la final que le arrebató el Inter con un gol en la prolongación de Francesco Acerbi y otro en la prórroga del héroe Frattesi y una gran actuación bajo palos del suizo Yann Sommer.

Fue una noche increíble, histórica, para el Inter, y dolorosa para un gran Barça que se quedaba a las puertas. La gloria de alcanzar la final quedaba para el equipo de Inzaghi, pero el honor era para dos equipos que protagonizaron un duelo espectacular.

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