El martes en Buenos Aires, los cafeteros estaban logrando un resultado que los dejaba virtualmente clasificados gracias a un golazo del delantero Luis Díaz, que regateó a cuatro rivales y remató en una auténtica demostración de habilitad.
Pero el mal histórico de descuidos e incapacidad para sostener resultados volvió a afectarlos y amplió a seis los partidos consecutivos sin ganar del alicaído once de Néstor Lorenzo.
En el minuto 81, cuando la Albiceleste tenía 10 jugadores por la expulsión de Enzo Fernández, llegó el empate. En esa jugada, el central Jhon Lucumí se tiró al suelo cuando el balón salió por la banda para pedir asistencia médica, pero el árbitro no detuvo el partido.
Los argentinos reanudaron y el defensor se levantó con parsimonia. Cuando apenas se volvía a poner de pie, Thiago Almada disparó por su zona y logró la paridad 1-1.