“Siempre digo que los partidos se ganan y se pierden en la cancha, pero no estábamos en las mismas condiciones para jugar. No es la primera vez que recibimos piedrazos, pero cuando vimos la cantidad de jugadores con cortes, con molestias, a algunos les faltaba el aire, no son condiciones normales para jugar una final”, sostuvo Angelici a la prensa local.
“Como argentino y dirigente de fútbol me avergüenzo. Boca pidió (posponer) porque no se podía jugar. La gente de River se ha preocupado y apoyó lo que dijimos”, añadió.
“No estaban dadas las condiciones por esta agresión a 200 metros del estadio. No es fácil tomar la decisión con 60 mil personas, con todo preparado”, explicó.
El directivo agradeció públicamente que River Plate apoyara el pedido de posponer hasta mañana el partido, algo que la Conmebol no quería. “Esperemos que mañana se pueda disfrutar en paz. Es un gran partido de fútbol, veníamos confiados, pero en esta ocasión se debía suspender”, concluyó Angelici.