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Buen partido, con justo ganador
Fueron largos minutos iniciales de estudio entre Sportivo Luqueño y Sportivo Trinidense, sobre todo de adaptación al estropeado campo de juego del 12 de Octubre, que evidentemente conspiró contra el espectáculo.
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Las primeras sensaciones de gol llegaron por la vía aérea, una por lado, mediante Piccolo Arévalo, para la cruz amarilla y el Ropero Santander, por el conjunto popular.
Los dirigidos por Gustavo Morínigo necesitan urgente un refuerzo físico, al margen del positivo resultado. Se nota que tienen buenas intenciones, sus movimientos son correctos, pero los problemas se presentan cuando las energías se van agotando, en algunos casos de manera rápida. Esta misma estructura puede dar el doble de lo que brinda con una buena base atlética.
Tras el desarrollo parejo, Luqueño empezó a marcar la diferencia futbolística, principalmente con la movilidad y el protagonismo de Elvio Vera, quien tuvo una buena conexión con Pirayú Benítez, para el disparo del pirayuense que pasó cerca del travesaño.
Por el lado de Triqui, el distinto fue Néstor Camacho, que no encontró la asociación necesaria para explotar su toda su calidad. Cada intervención suya era motivo de atención, porque es capaz de sacar el conejo de la galera.
En la complementaria, Luqueño bajó peligrosamente, por el desgaste que había hecho. Trinidense metió presión, hasta que una pelota larga fue aprovechada por Santander para el contacto con Walter González y la fantástica anotación de Lautaro Comas desde fuera del área, con un disparo de aire.
Los capitalinos sintieron el impacto y la reacción que tuvieron fue tímida.
La “República” se merecía esta alegría. Gustavo Morínigo acertó con los cambios. El marcador está a la vista.
