El difícil y complicado Rally Islas Canarias, en España, tuvo su debut este viernes en el calendario del Mundial de Rally (WRC), como la cuarta prueba del año y con presencia paraguaya.
Diego Domínguez Bejarano, vigente campeón del mundo de la WRC3, forma parte de esta gran fiesta del automovilismo mundial en casa de su navegante, Rogelio Peñate, compitiendo en la WRC2 al mando de un Toyota GR Yaris Rall2.
La primera jornada tuvo su desarrollo con seis pruebas especiales, todas sobre asfalto, donde Diego cerró la jornada en el puesto 25 de la general WRC, la posición 13 en la WRC2 y 11 en la WRC2 Challenger.
La superficie de asfalto y la gran cantidad de curvas complica bastante a esta carrera, en especial para los pilotos que no están muy acostumbardos, y más aún al ser una primera cita mundialista.
En la previa a esta competencia, Domínguez Bejarano ya había adelantado sobre las complicaciones y el objetivo, que es de sumar la mayor cantidad de kilómetros y experiencia, sin dejar de buscar ir mejorando durante las etapas.
La carrera tiene para mañana sábado siete tramos cronometrados y el domingo otros cinco, para completar 18 pruebas especiales.
En la general, Kalle Rovanperä (Toyota GR Yaris) continúa su camino triunfal en el Rally Islas Canarias tras firmar los seis mejores tiempos de una primera jornada, que fue una debacle para los pilotos de Hyundai Shell Mobis WRT, incapaces de hacer funcionar a sus i20 N Rally1.
El piloto finlandés, dos veces campeón mundial (2022 y 2023), firmó un viernes extraordinario y sin fallos para aventajar en 26.8 segundos al ocho veces campeón, el francés Sébastien Ogier, en una jornada en la que el ’69’ mostró su alegría con el rendimiento mostrado y por la “sorpresa positiva que es tener un rally con este asfalto” en el calendario del Campeonato del Mundo (WRC).
El rendimiento de Rovanperä, que aseguró que realizaron “pequeños cambios” en el coche que sentaron bien a su GR Yaris Rally1, resignó a un Ogier que da por hecho que su lucha el resto del fin de semana será un cara a cara con el también piloto de Toyota, el británico Elfyn Evans, por la segunda plaza al ser incapaz de alcanzar el ritmo de aquél para al menos arrebatarle un ‘scratch’.