Este registro es el mejor desde la temporada 2007, sin tomar en cuenta los juegos de fechas especiales como Día de Acción de Gracias o Navidad, según por 'Sports Business Journal' y Nielsen.
Las 31,2 millones de vistas también representan la cuarta transmisión más seguida desde la temporada de 1988, sin incluir partidos del Día de Acción de Gracias.
La popularidad de Kansas City ha crecido en la presente década en proporción a su estela ganadora en la que ha disputado cuatro de las recientes cinco ediciones del Super Bowl.
En esta campaña, en la que busca en convertirse en el primer equipo en la historia de la NFL en ganar tres veces el Super Bowl de manera consecutiva, ha aparecido en cuatro de los cinco partidos más vistos.
Además del primer lugar que significó su duelo del domingo anterior ante Bills, también tiene la segunda ventana más seguida con 28 millones de espectadores, marca que impuso en el juego inaugural de esta temporada en el que venció a Baltimore Ravens el 5 de septiembre pasado.
En la segunda semana mantuvo esa tendencia y le valió para el tercer mejor registro: 27,9 millones de vistas en el partido en el que superaron a los Cincinnati Bengals.
La posición cinco entre los juegos más seguidos la obtuvo con el choque de la semana 7 en el que derrotó a los San Francisco 49ers en una transmisión que sintonizaron 27,1 millones de espectadores.
Sólo el duelo entre Baltimore Ravens y Dallas Cowboys de la tercera semana se interpone en el monopolio de confrontaciones más seguidas. El equipo de la estrella solitaria, a pesar de su campaña perdedora, tuvo en dicho juego un máximo 27,3 millones de vistas.
En la undécima semana de esta temporada la media de audiencia por partido de la NFL es de 17,5 millones, el más alto desde la campaña 2015.