En su camino a Brasil, esta chica pelirroja, siempre sonriente, consiguió nueve títulos mundiales, con dos récords. En Kazán 2015, por ejemplo, se convirtió en la primera nadadora en ganar los 400m, 800m y 1.500m, distancia que no figura en el programa olímpico. También ganó el título mundial en el relevo 4x200m.
Y no tiene ni 20 años. Los cumple en marzo que viene. “Mucho ha pasado en los últimos cuatro años, muchas competencias y me siento más cómoda en este ambiente” declaró a las cámaras y a periodistas, este miércoles en una rueda de prensa.
Con una agenda llena en Río con las pruebas de los 200, 400 y 800m libres, el primer sacrificio será no poder acompañar en la ceremonia de apertura a su ídolo Michael Phelps, abanderado del equipo estadounidense. “No teníamos duda que sería escogido, es el mayor deportista olímpico del mundo, nos inspira en la piscina, ahora nos lidera al triunfo”, expresó.
En Londres fue la deportista más joven de la delegación estadounidense y poco se había escuchado hablar de esta joven, que además de ganar los 800m, estableció la segunda mejor marca de la historia.
Fue su única presea en aquellos Juegos, pero el inicio de una travesía de éxitos. “Cuando era niña nunca me puse el objetivo de los Juegos, pero cuando hice las pruebas y vi que era posible, luché. En Londres, cuando estaba en la final, no visualizaba nada más que el oro, y a por él fui” indicó.
Después de ganar en Londres, Ledecky no paró y comenzó a sumar nuevas pruebas. “Comenzamos a trabajar a toda velocidad, vimos que se podían jugar más eventos en el nivel internacional”, recordó En Barcelona 2013 se colgó cuatro medallas de oro y en Kazán otras cinco. Ahora llega a Río con determinación: “estoy preparada, estoy lista”. Y el objetivo son más oros.
“Katie es una estrella, ha sido un honor verla, ha hecho cosas impresionantes, ver a una compañera con ese talento, es impresionante. Le podré contar a mis hijos que fui testigo de sus logros”, expresó su compañera de equipo Missy Franklin, ganadora de cuatro oros en Londres.
El récord mundial de Ledecky es de 8:06.68, por debajo de los 8:14.10 que la británica Rebecca Adlington fijó en Pekín 2008. Aunque la estadounidense casi lo rompe en Londres (8:14.63), prefirió no hacer promesas. “No sé si lo consiga, estoy cerca, pero no es una meta. Igual, cualquier cosa es posible”, señaló.
Ledecky espera que varios integrantes de su inmensa familia viajen a Río para apoyarla en sus pruebas.
“Son unos 14 ó 15 primos del lado de mi mamá, muchos tíos que estuvieron incluso en clasificatorias olímpicas, algunos vienen, es maravilloso tener ese apoyo”, dijo. Y al volver, dejará Bethesda (Maryland) para mudarse a Stanford, donde comenzará la universidad becada.
“Ya hice dos visitas, estoy emocionada por el futuro, termino en Rio un capítulo y comienzo el próximo en Stanford”, expresó. Y aunque no sabe qué va a estudiar, tiene muy claro que lo que sigue es su brillante carrera en la piscina. Aún falta mucho por ver.