Lo conoce, por lo tanto, de sobra y sabe de lo que es capaz el que fue su pupilo y, con respecto a cuál es su límite, dice en esta entrevista con la Agencia EFE que "nadie lo sabe y la clave es que esté siempre motivado y se siga divirtiendo jugando al tenis".
Fue un domingo pegado al televisor para millones de personas con la final de Roland Garros entre el jugador murciano y el italiano Jannik Sinner, que acabó llevándose el de El Palmar con una espectacular remontada (4-6, 6-7 (4), 6-4, 7-6 (3) y 7-6 con un 10-2 en el súper tie break del quinto set).
Entre quienes estuvieron las cinco horas y media que duró el partido siguiéndolo con atención estaba Santos Bosque, entrenador de tenis en la Real Sociedad Club de Campo de El Palmar (Murcia, España), el lugar en el que Carlitos dio sus primeros raquetazos y en el que entrena cada vez que está en casa. Además, a sus 43 años, prepara a jugadores que compiten en Campeonatos de España.
"Vi la final estando en una comunión en una pantalla gigante que pusieron en el restaurante en el que se celebró. Coincidimos unos cuantos amigos a los que también les gusta el tenis y la verdad es que la disfrutamos y también la sufrimos, pues fue muy emocionante. Echamos la tarde del domingo y no había manera de volver a casa por lo largo que fue el partido. Salió una final tremenda que me recordó a la primera que Carlitos ganó en Wimbledon ante Djokovic o a la de Nadal contra Federer, también en Londres en 2008, un partidazo", comenta.
"El desenlace en el súper tie break del quinto set fue sorprendente por la energía que sacó Carlos. Se le vio muy fresco y haciendo golpes espectaculares en un encuentro que fue una lucha constante. Es cierto que lo vimos perdido con los tres puntos de partidos que tuvo Sinner", reconoce.
"Ahí él se las jugó y se le marcharon fuera cuando le estaban entrando todas y Carlos, quien supo agarrarse al partido, le dio la vuelta", expone el técnico con el que el actual número 2 del mundo, y que apunta a recuperar el 1, evolucionó mucho antes de que cayera en manos de Juan Carlos Ferrero, con Kiko Navarro entre medias.
"De Carlos destaco, sobre todo, la forma en que aguantó la presión en esos momentos clave en los que no se arrugó y no le tembló la mano y eso es algo que tienen pocos tenistas. Si venció a Sinner es por el gen competitivo que tiene Carlitos. Haciendo memoria no recuerdo muchas finales que perdiera a lo largo de su niñez y, aunque sí podía perder en rondas anteriores, en unos cuartos de final, la verdad es que las finales las disputaba ya con una concentración y unas ganas de vencer tremendas", señala aludiendo a la finalísima de París y a unas cuantas más que jugó y venció años atrás con él a su lado.
Con Sinner, de 23 años, ya existe un pique sano que es lógico por ser los dos mejores tenistas del momento y que se enfrentaron 12 veces en el circuito ATP -ocho victorias del español, las cinco últimas seguidas, y cuatro del transalpino-.
"Es una rivalidad ya creada que aparentemente puede ser como las grandes que hubo en la historia de este deporte. Los dos tienen una edad parecida, son muy competitivos y tienen una gran fortaleza mental. Carlos tiene más talento y más magia, cuenta con más recursos tenísticos y es muy creativo, lo cual hace de él un jugador a menudo imprevisible y las dejadas son un claro ejemplo de ello. Además, es muy rápido de piernas. Jannik, por su parte, es muy sólido, comete pocos errores, aunque en la final sí que hizo algunos por la exigencia a la que se vio sometido, y es muy frío. De hecho, no necesita al público y es justo lo contrario que Carlos. Sin duda que el hecho de que sean tan distintos en una pista enriquece esa rivalidad", explica Santos Bosque en referencia a esa pugna y a las cualidades de quienes la mantienen.
Carlos y Jannik, Jannik y Carlos dominan su deporte y están llamados a hacerlo durante la próxima década. ¿Cuál es el límite para el de El Palmar? "Nadie lo sabe, y la clave es que esté siempre motivado y se siga divirtiendo jugando al tenis. En ese sentido es importante que tenga rivales que le exijan y sería bueno que se sumaran algunos más, pero al nivel que tienen estos dos es difícil, aunque siempre puede haber algún joven que pueda dar el salto en los próximos años", contesta la persona que tiene su cuota de responsabilidad en lo que el murciano es hoy.
En su momento se hicieron virales una serie de fotografías con los dos Carlos -Santos Bosque y Alcaraz- en París con motivo del torneo alevín de Roland Garros. "Estuvimos allí en 2015 cuando él tenía 12 años y por aquel entonces él quería ser jugador de tenis y soñaba con estar entre los mejores pero nunca ha presumido por su nivel. Simplemente jugaba y se divertía queriendo ganar cada partido", cuenta este técnico que le dedicó muchas horas al doble ganador en la capital francesa -2024 y 2025- y también de otros 18 títulos profesionales, incluyendo los de Wimbledon 2023 y 2024 y el del Abierto de Estados Unidos 2022, los cinco Grand Slam que, con 22 años, ya lleva conseguidos.
Santos Bosque ve mejoras en él y las expone: "Es mucho más fuerte y físicamente se ha hecho como jugador profesional, mientras que mentalmente es igual que entonces, pero con más experiencia que ha ido acumulando al más alto nivel. En el plano personal se le ve un chaval que está para todo el mundo, que saluda a la gente con la que se encuentra y es alguien con mucho carisma y que llega al público".
Eso y muchas más cuestiones relacionadas con la figura de El Palmar, que lo es del deporte mundial y un símbolo de su tierra, lo aborda Santos Bosque en el libro escrito por él y que tiene por título 'Alcaraz, la forja de un campeón'.
"Quienes deseen conocer a Carlos cuando era un crío y empezaba a jugar al tenis, cómo entrenaba y cómo fue su formación pueden hacerlo. Es un libro con muchas anécdotas de él en su etapa desde los cinco y hasta los 12 años y se encontrarán a un chico muy contento y alegre, como es hoy, inocente en el buen sentido de la palabra y que pensaba a jugar al tenis por diversión. A la gente que lo ha leído le ha gustado y no sólo habla de tenis sino también de aspectos de la vida", indica el precursor del método Santos Bosque, una fórmula que dio un gran resultado en el periodo de formación de quien es la sensación del tenis mundial.