“Nadal está más fresco, pero no será un problema, porque estaré listo el domingo”, indicó en declaraciones a la prensa a la finalización de la segunda semifinal del Abierto de Miami, en la que ganó al australiano Nick Kyrgios por 7-6 (9), 6-7 (9) y 7-6 (5).
Tras el duro desgaste del viernes, dijo que será bueno tener un buen día de descanso, aunque reconoció que ante Nadal agradecería no tener un partido tan intenso como ante el australiano.
Recordó el “partido épico” que jugaron en la final de Miami en 2005, en la que ganó 2-6, 6-7(4), 7-6(5), 6-3 y 6-1, y que explicó supuso un “punto de inflexión” en su carrera.
Explicó que tras sus victorias de este año en el Abierto de Australia e Indian Wells sobre Nadal, pensó que en Miami será más complicado debido a que la humedad hace más lenta la pelota, lo que favorece al español.
“Será como en los viejos tiempos, en los que jugábamos uno contra el otro cada dos semanas, y no nos cansábamos de enfrentarnos”, aseguró el suizo.
“Espero que no sea el último partido frente a frente”, destacó sobre el partido del domingo, al que Nadal accede tras ganar también el viernes al italiano Fabio Fognini por 6-1 y 7-5.
Federer se mostró “muy feliz” de que Nadal haya mejorado su nivel tras el periodo de lesiones, al igual que lo ha logrado él.
Sobre su rival de este viernes, dijo que Kyrgios está “muy concentrado en su saque”, pero todavía pasará algún tiempo para que esté “centrado en cada uno de los puntos”.
A pesar de ello, el australiano le exigió al máximo y dijo que la última vez que jugó tres desempates en un partido a tres sets fue precisamente contra Kyrgios en Madrid en 2015.
“Es genial ganar de esta forma, y más teniendo en cuenta que perdí con él en Madrid”, destacó.