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Según el ministro Óscar Llamosas, encargado del Ministerio de Hacienda, para analizar la situación económica actual del Paraguay, hay que considerar los “desafíos” y “años complejos” que se dieron a lo largo de estos cinco años del gobierno de Mario Abdo Benítez, como el 2020 y la pandemia de COVID-19, cuando “toda la carne fue para el asador”.
Al respecto, Llamosas citó que el 2020 es un “punto de partida” ya que se registró una considerable caída de los niveles tributarios durante ese año y de ahí se asumió el “compromiso” de ir estabilizando los números en los años próximos que también presentaron distintas complejidades como la guerra entre Rusia y Ucrania.
Asimismo, el ministro hizo un énfasis en la importancia de la reforma de la Caja Fiscal, siendo esta una de las “situaciones” económicas que deberán ser tratadas en el futuro gobierno -el de Santiago Peña- porque en caso contrario, para el 2027 “se van a necesitar 500 millones de dólares de impuestos para cubrir el déficit”.
“Urge avanzar en esta reforma -de la caja fiscal- y es un tema que se está discutiendo. Hay varias situaciones que tienen que tener continuidad; que el fisco sea mucho mas sostenible y se pueda dar respuesta a todas las demandas, las facturas electrónicas, la evasión y también el sector informal que no está aportando”, fue citando Llamosas en referencia a distintas situaciones que la futura administración pública debería afrontar.
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Hacienda durante el gobierno de Abdo Benítez
Continuando con sus declaraciones, el ministro de Hacienda también dijo que la caja fiscal es un “apartado importante” porque presenta un deterioro con el correr de los años.
“Es preocupante la situación porque es creciente y la reforma se apunta en dos etapas buscando disposiciones que puedan alivianar”, sentenció.
Por otra parte, Llamosas argumentó que bajo el gobierno de Mario Abdo Benítez se aprobaron “más de 20 leyes económicas” a lo largo de estos cinco años, incluyendo las que permitieron “superar” la evaluación de Gafilat.
Finalmente, el funcionario resaltó que “escuchó” a representantes del gobierno entrante que han manifestado que no habrá un aumento de impuestos, por lo que quedará “enfocarse en la otra parte del balance” que son los gastos, algunos “atados” a la inflación o al salario mínimo.
“Va a ser un gran desafío y no hay soluciones mágicas”, sentenció.