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Siendo el sector habitacional el de mayor participación en la cartera de créditos de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), un total de 46%, había gran expectativa en torno al impulso que podía significar el programa Che Róga Porã: la alianza público privada que facilita la compra de la primera vivienda con créditos de hasta G. 500 millones, al 6,5% de tasa de interés anual y hasta 30 años de plazo.
Estas condiciones se aplican exclusivamente a las viviendas que son parte de la oferta del programa, las cuales son presentadas al Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH) por desarrolladoras inmobiliarias para su aprobación.
Según se estableció, para acceder al programa “insignia” del Gobierno, los interesados eligen la vivienda dentro de las disponibles en el portal, luego se postulan en las entidades financieras aliadas para obtener los créditos y, si se les aprueba, el beneficiario empieza a pagar recién al mudarse. No obstante, tras su habilitación en julio de 2024, al cierre del año pasado solo 83 beneficiarios concretaron el financiamiento de su primera vivienda a través del programa, según datos de la AFD.
En total, a lo largo del 2024, la banca de segundo piso contabilizó operaciones por valor de US$ 3.172.330 en el marco de Che Roga Porã. En promedio, significa unos 38.220 dólares por cada una de esas 83 soluciones habitacionales (G. 296 millones al cambio en el que cerró el dólar el año pasado).
Al realizar un balance del programa, Fernando Lugo, gerente general de la AFD, mencionó en conversación con ABC que Che Róga Porã aún atraviesa una curva de “aprendizaje”, donde los interesados todavía se están interiorizando sobre su funcionamiento, requisitos y más. Aunque señaló que la expectativa de la banca de segundo piso es que los números “sigan creciendo”.
Obstáculos de acceso: postulanes no son sujetos de crédito
Con relación a la baja tasa que beneficiarios del programa, Lugo recordó que los postulantes acceden al financiamiento a través de las instituciones bancarias, financieras, cooperativas y, por ende, deben cumplir con una serie de requisitos que ponen las mismas a los interesados para convertirlos en “sujetos de crédito”. Sin embargo, es en esta fase donde se encuentra la mayoría de los obstáculos, reconoció.
“Hay ciertos requisitos que las propias entidades financieras tienen para el otorgamiento del crédito como, por ejemplo, el nivel de endeudamiento o la calidad de generación de ingresos. Aún estamos pasando por una curva de aprendizaje también con la ciudadanía respecto a los requisitos para poder postularse y acceder a estas operaciones de financiamiento para la vivienda”, añadió.
Con mayor visibilidad sobre los desafíos, indicó que la AFD trabajará en conjunto con el Gobierno para diseñar políticas para “atender a los sectores que no están logrando acceder a los créditos por medio de Che Róga Porã, ya sea por bajo nivel de ingresos o elevado nivel de endeudamiento”.
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Mejorar el “apetito” a riesgo de entidades financieras
El gerente general de la banca de segundo piso se refirió a que la AFD sigue trabajando en herramientas que permitan “complementar” las garantías de los solicitantes a la hora de acceder a los créditos y, en este marco, recordó que en febrero se tendrán novedades respecto al Fondo de Garantía para la Vivienda (Fogavi), con el que se pretende fortalecer Che Roga Porã y “mejorar el apetito de riesgo de las instituciones financieras para otorgar créditos”.
Aunque no brindó mayores detalles sobre el fondeo, dijo que actualmente se están “afinando” los detalles de la reglamentación del instrumento, su alcance, cobertura y más. En principio, mediante el Decreto N° 3212 de fecha 7 de enero de 2025, el Poder Ejecutivo determinó la reasignación para esa finalidad de US$ 30 millones de los recursos del Fondo de Emergencia Económica, usado en la pandemia de Covid-19.
Che Roga Porã 2.0
En febrero próximo también se lanzará Che Roga Porã 2.0, que ofrecerá nuevas modalidades para la construcción, mejora y ampliación de viviendas, dirigido a ciudadanos con ingresos entre 1 y 5 salarios mínimos.
Al respecto, Lugo consideró que las nuevas propuestas del programa también servirán para impulsar los números de beneficiarios y créditos otorgados.