Conocé la franja etaria que concentra el mayor número de trabajadores en Paraguay

El mercado laboral paraguayo refleja una estructura ocupacional marcada por la concentración de la población trabajadora en ciertos grupos de edad y niveles de instrucción, evidenciando tendencias estructurales y desafíos en términos de empleo y educación entre 2022 y 2024.

Foto ilustrativa.
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De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), de la población ocupada por edad, los grupos etarios de 30 a 44 años y 45 a 59 años concentran la mayor parte de la población ocupada. En promedio, alrededor del 35% de los trabajadores pertenecen al grupo de 30 a 44 años, seguido por el segmento de 45 a 59 años con aproximadamente el 23%.

Este fenómeno puede explicarse por la madurez laboral que caracteriza a estos grupos, donde la acumulación de experiencia, estabilidad en el empleo y mayores niveles de productividad son factores clave para su empleabilidad. Además, en estos grupos es donde se concentra la mayor proporción de trabajadores formales con acceso a seguridad social y beneficios laborales. Aunque la tasa de informalidad sigue siendo alta de aproximadamente el 60% de la población ocupada.

Por otro lado, los datos muestran que la menor participación en el empleo se da en los extremos del rango etario: jóvenes de 15 a 19 años y adultos mayores de 60 años. La participación del grupo de 15 a 19 años se mantiene entre el 5% y el 6%, lo que refleja las dificultades de inserción laboral de los más jóvenes, quienes suelen enfrentar barreras como la falta de experiencia, la competencia con trabajadores más calificados y la preferencia de los empleadores por perfiles con habilidades específicas.

POBLACIÓN OCUPADA POR GRUPOS DE EDAD
POBLACIÓN OCUPADA POR GRUPOS DE EDAD

Este grupo también se ve afectado por la necesidad de continuar con su formación académica, lo que reduce su participación en el mercado laboral. Sin embargo, en Paraguay persiste una problemática vinculada al trabajo infantil y juvenil en condiciones precarias.

En el otro extremo, los trabajadores mayores de 60 años representan en promedio entre el 11% y el 13% de la población ocupada. Esta cifra refleja una tendencia creciente en los últimos años, explicada en parte por la insuficiencia de pensiones o jubilaciones que permitan a este segmento retirarse completamente del mercado. La cobertura del sistema previsional paraguayo es limitada, y una gran parte de los trabajadores no logra acceder a una jubilación adecuada, lo que los obliga a permanecer activos en el mercado laboral, muchas veces en empleos de baja productividad o en la informalidad.

POBLACIÓN OCUPADA POR AÑOS DE ESTUDIO
POBLACIÓN OCUPADA POR AÑOS DE ESTUDIO

Concentración por nivel de instrucción

En cuanto a los niveles de educación, la población ocupada con educación secundaria incompleta o completa es la que más participación tiene en el empleo. Los datos reflejan que los trabajadores con 10 a 12 años de estudio representan entre el 28% y el 30% de la población ocupada, seguidos por aquellos con 7 a 9 años de estudio, que rondan el 12%.

Esta estructura educativa de la fuerza laboral paraguaya responde a un contexto en el que la mayoría de los trabajadores no accede a la educación superior y muchos abandonan sus estudios antes de finalizar la secundaria. Esto tiene consecuencias directas en las oportunidades laborales, ya que los sectores que demandan mayor capacitación y formación especializada suelen requerir educación terciaria, una barrera que limita el acceso a empleos mejor remunerados.

Además, la fuerte presencia de trabajadores con educación media completa o incompleta está relacionada con la composición del mercado laboral paraguayo, donde predominan sectores como el comercio, la construcción y la agricultura, que no requieren estudios superiores, pero sí experiencia y habilidades prácticas.

En contraste, los datos muestran que la población con educación superior tiene una menor representación en el mercado laboral. No se incluye explícitamente la categoría de estudios universitarios en los datos del INE; no obstante, se observa que los niveles educativos más altos tienen una participación menor en comparación con los niveles intermedios.

A su vez, la proporción de trabajadores sin instrucción o con solo 1 a 3 años de estudio es baja, representando menos del 2% de la población ocupada. Esto indica que, si bien el acceso a la educación básica es amplio en Paraguay, la calidad y continuidad de la formación siguen siendo desafíos importantes. Aquellos con menor nivel educativo suelen insertarse en ocupaciones de muy baja calificación, en su mayoría en el sector informal, con escasas posibilidades de mejorar sus condiciones laborales.

Para mejorar la calidad del empleo y promover una mayor inclusión laboral, es necesario fortalecer las políticas de educación y capacitación, ampliar la cobertura de la seguridad social y generar incentivos para la formalización del empleo. En un contexto donde el crecimiento económico es clave para la reducción de la pobreza y la desigualdad, contar con una fuerza laboral mejor capacitada y con mayor acceso a empleos de calidad será fundamental para el desarrollo y crecimiento de Paraguay.

* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones.

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