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De acuerdo con datos del Banco Central del Paraguay (BCP), entre 2019 y 2020, la agricultura sufrió contracciones significativas en los primeros dos trimestres, con caídas de 14% y 13%, respectivamente. Esta reducción impactó negativamente el PIB, que disminuyó 3% y 4% en esos periodos. Las condiciones climáticas adversas afectaron la producción agrícola, reduciendo los rendimientos y debilitando el aporte del sector primario a la economía nacional. Sin embargo, en el cuarto trimestre de 2019, la agricultura se recuperó con un crecimiento de 18%, traduciéndose en una reactivación económica del 3%.
El impacto más severo se dio en 2021 y 2022, cuando la agricultura registró caídas de hasta 37% en algunos trimestres debido a una extrema sequía que redujo considerablemente la producción de cultivos. En el tercer trimestre de 2021, la actividad agrícola había caído 26% y en el cuarto trimestre la contracción alcanzó el 37%, manteniendo el PIB estancado, tal como se presenta en el gráfico. El comportamiento se extendió a 2022, con disminuciones del 32% y 34% en los dos primeros trimestres, afectando la dinámica económica con reducciones de 1% y 3%, respectivamente. Los datos reflejan la alta sensibilidad de la economía paraguaya a los eventos climáticos y la dependencia del sector primario, donde la caída de la agricultura arrastra al resto de las actividades productivas.
En contraste, la recuperación del sector en 2023 fue significativa. En el primer trimestre del periodo en análisis, el crecimiento interanual de la agricultura fue de 49%, mientras que en el segundo trimestre aumentó 42%, lo que permitió que el sector primario en su conjunto se expandiera en 35% y 24%, respectivamente. No obstante, en el cuarto trimestre de 2023, el desempeño negativo de la agricultura limitó la expansión del sector primario, lo que evidencia su influencia determinante en la evolución del PIB.
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Agricultura e incidencia de otras actividades
Durante el 2024, la agricultura mantuvo un crecimiento más moderado, con tasas de entre 1% y 3% en los primeros tres trimestres. La ganadería, por su parte, repuntó alcanzando 14% en el tercer trimestre. Este comportamiento ha permitido que el sector productivo se expanda entre 2% y 7% en los periodos mencionados, mientras que el PIB presentó crecimientos de alrededor de 5% y 3%, lo que sugirió una recuperación gradual, aunque aún expuesta a riesgos climáticos y de mercado.
El análisis del PIB del sector primario también refuerza la relación estrecha entre la agricultura y el desempeño económico general del país. Históricamente, este subsector ha sido uno de los más volátiles, con períodos de crisis que han afectado negativamente el crecimiento y fases de recuperación que han impulsado la economía, tal como se exponía anteriormente. Los años 2021 y 2022 fueron un claro ejemplo de cómo una fuerte contracción agrícola puede impactar a toda la estructura productiva, mientras que 2023 mostró cómo una recuperación agrícola significativa puede reactivar el sector primario y fortalecer el crecimiento.
Como se ha expuesto en el análisis, a pesar de que los otros subsectores como la ganadería y la pesca tienen ciertamente su incidencia, la agricultura sigue siendo el principal motor del sector primario. En efecto, su comportamiento condiciona los ciclos económicos, determinando el crecimiento o la desaceleración de la economía paraguaya, aunque en los últimos años se esté registrando un proceso de industrialización del país que aún presenta importantes desafíos para ubicarse en los niveles de preponderancia del sector productivo.
Finalmente, los resultados evidencian la necesidad de implementar políticas que mitiguen los efectos de eventos climáticos extremos sobre la agricultura. Estrategias como mejoras en infraestructura hídrica, incentivos para tecnologías de producción resilientes y mecanismos de apoyo financiero podrían contribuir a mitigar el impacto de varios factores en el desempeño del sector productivo del país.
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Condiciones climáticas
Las condiciones climáticas adversas afectaron la producción agrícola entre 2019 y 2022 según datos del BCP, reduciendo los rendimientos y debilitando el aporte del sector primario a la economía nacional. Recién en 2023 hubo una recuperación significativa.
Políticas de mitigación
Es alta la sensibilidad de la economía paraguaya a los eventos climáticos y la dependencia del sector primario. La caída de la agricultura arrastra a las demás actividades productivas. Es necesario implementar políticas que mitiguen los efectos de eventos climáticos extremos.
* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones.