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Los datos de reducción de pobreza siguen causando indignación en la ciudadanía y expertos que cuestionan las cifras que presentó el presidente de la República Santiago Peña la semana pasada, jactándose de que su gobierno ha sacado a 270.000 personas de la pobreza y 91.000 de la pobreza extrema.
La realidad, sin embargo, es que las estadísticas del INE indican que unas 270.000 salieron de la pobreza entre junio de 2022 y junio de 2024. El cálculo del número de gente que salió de la pobreza entre junio de 2023 y 2024, es solo de unas 117.940 personas, según los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), con lo cual se observa un primer error y exageración de los datos.
“Es intelectualmente deshonesto tomar los datos que no corresponden a su periodo”, opinó el economista Rodrigo Ibarrola. Por su parte, el economista y exministro de Hacienda Manuel Ferreira también cuestión estas cifras y mencionó con relación al discurso del Presidente, “que no hubiese aconsejado que diga 270.000, porque ese número pone en duda todo”, dijo.

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Según el INE, la pobreza total se redujo del 22,3% al 20,1% en el 2024 y afecta a 1.189.045 personas que subsisten con menos de G. 30.000 por día. En lo que respecta a la pobreza extrema, según el INE la cifra bajó del 4,7% al 4,1% y afectó a 244.845 personas que deben subsistir con menos de G. 13.000 por día. Esta reducción en ambas franjas, se dio en gran parte por las ayudas estatales “subsidios”, antes que por el mejoramiento genuino de los ingresos de los ciudadanos y fundamentalmente por la incorporación del almuerzo escolar “hambre cero” como parte del ingreso familiar. El INE incorporó este ajuste desde el periodo 2022 al 2024 y se estimó un alcance de 450.000 niños que reciben el almuerzo.
Aquí radica otra inconsistencia, considerando que ya desde periodos anteriores, estaban vigentes las meriendas y/o almuerzos escolares (a cargo de las municipalidades), que si hubiesen sido registrados en su momento, las cifras de pobreza hubiesen sido menores.
Si bien las estadísticas refieren que hay un mejoramiento en los ingresos laborales, hay que señalar que todavía persiste un alto porcentaje de informalidad, principalmente en los sectores de menores ingresos. Más del 60% de los ocupados en Paraguay están en la informalidad y vulnerables ante las crisis.
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Falta focalizar mejor
Ferreira cuestionó también lo que considera un “problema de focalización” y un “atropello” en el programa de subsidios a adultos mayores, por el cual tanto pobres como ricos reciben un subsidio de unos 764.000 guaraníes, alrededor de un cuatro del salario mínimo vigente. “Estamos repartiendo plata a los ricos, un subsidio que debería ser para adultos en situación de pobreza”, enfatizó.
Desfasaje en canasta
Entre otros cuestionamientos a las cifras de pobreza es referente al costo desactualizado del Índice de Precios que se toma como base para la elaboración del costo de la canasta básica y que es relevante para determinar el valor de la línea de pobreza. Se cuestionó la veracidad de la estadística, ya que desde el 2017 no se actualiza el IPC y que en los últimos años sobre todo se ha tenido una fuerte variación en el rubro de los alimentos sobre todo. El costo mensual por persona de una canasta de alimentos o línea de pobreza extrema en el área urbana es de G. 391.894 y para la pobreza total es de G 897.168.