La Industria Nacional del Cemento (INC), administrada por Gerardo Guerrero Agustí, informó que reactivó anoche su horno de clínker en la planta de Vallemí (Concepción), el cual sufrió graves problemas técnicos y volvió a detenerse el pasado martes.
La empresa estatal comunicó a través de sus redes sociales que ya inició el proceso de calentamiento del horno. Sin embargo, el presidente de la cementera aún no ha explicado las causas de esta nueva parada, que se prolongó por ocho días, apenas unas semanas después de haberse realizado el mantenimiento anual, tras el cual se esperaba un funcionamiento continuo por al menos diez meses.
Este medio intentó nuevamente obtener declaraciones tanto de Guerrero Agustí como del Departamento de Comunicaciones de la estatal, pero no obtuvo respuesta, pese a las reiteradas gestiones. El titular de la INC también sigue sin presentar el balance del ejercicio anterior, al parecer con el objetivo de ocultar las millonarias pérdidas que enfrenta la empresa, que de acuerdo con los datos extraoficiales habría aumentado exponencialmente.
Según trabajadores de la planta, la causa principal de la nueva interrupción sería por problemas de los materiales refractarios, aparentemente debido a la baja calidad de los insumos utilizados durante la última intervención, según fuentes internas. Más preocupante aún es que se hayan producido fallas pese a la millonaria inversión estatal en dichos materiales.
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Contrato de más de G. 12.000 millones
En este contexto, la cementera adjudicó una licitación —bajo la modalidad de subasta a la baja electrónica— para la “adquisición de ladrillos, hormigones refractarios y manta cerámica para la fábrica Vallemí” a la empresa IMER S.R.L., representada por Jorge Sebastián Riera Prim. El contrato fue firmado el 5 de diciembre del año pasado por G. 12.299.984.020, según datos publicados en el portal de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP).
La contratación fue solicitada por la Gerencia Industrial, a cargo del Ing. Diego Quintana, quien en los documentos oficiales justificó la adquisición señalando que se requería “hormigón refractario para diversos sectores”, entre ellos la torre intercambiadora, el horno-enfriador y la zona de clinkerización–transición y calcinación del horno Smidth.
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“Las especificaciones técnicas corresponden a materiales refractarios que presentan mejor comportamiento y durabilidad en las zonas donde son utilizados”, señala la justificación emitida por la Gerencia Industrial de la estatal.
Sin embargo, el horno paró precisamente por posibles fallas en estos materiales, según fuentes internas. Este medio también intentó obtener la versión de la empresa IMER, pero el número de contacto que la proveedora registró en el portal de la DNCP no funciona.

Trabajadores culpan a “consultor vip”
Según los trabajadores, un consultor extranjero es directamente responsable del rumbo incierto de la cementera, cuya producción de clínker dependerá si el horno de Vallemí pasa las pruebas del calentamiento.
Se trata del experto colombiano Alexander González Pinzón, quien fue contratado por casi G. 1.000 millones para el “gerenciamiento de proyectos”. Este profesional ya había tenido un rol protagónico durante el Gobierno de Horacio Cartes, en la fallida inversión de US$ 80 millones provenientes de bonos soberanos en la INC.
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Posteriormente, asesoró a Cecon, cementera del Grupo Cartes, según trascendió en su momento, y ahora regresó a la estatal, que enfrenta serias dificultades en su producción.
El contrato contempla un pago mensual de G. 40.700.000 durante 24 meses al consultor, lo que suma un total de G. 976.800.000. El experto debe asesorar en conjunto con las áreas industrial, administrativa y financiera de la empresa en los planes de mejoramiento industrial, “a fin de adecuarlos a los requerimientos hechos por la presidencia de la INC”.
Con ese salario, González Pinzón percibe incluso más que el presidente de la institución, Gerardo Guerrero Agustí, quien según la planilla de marzo cobra G. 35.481.760 mensuales. Guerrero se mantiene en silencio sobre la situación de la planta.