De acuerdo con el reporte del Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio), el pronóstico de precipitaciones refleja un “comportamiento variable” sobre el territorio nacional, con acumulados superiores a 50 milímetros en el sur de Itapúa y Ñeembucú, y lluvias moderadas, entre 20 y 40 milímetros, en zonas del centro-sur.
No obstante, aclaró que gran parte del norte, centro y este de la Región Oriental y el Chaco se mantendrían con precipitaciones escasas, con acumulados inferiores a 10 milímetros, en un escenario que podría limitar la disponibilidad de humedad en el suelo.
Respecto a las temperaturas, anticipa una disminución de las mínimas absolutas para los próximos días, con valores que descenderían hasta 8 °C en zonas específicas del sur de la Región Oriental. En el resto del territorio nacional, las temperaturas mínimas se mantendrían entre 12 °C a 18 °C, registrándose valores más altos en algunos sectores hacia el Alto Chaco.
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En este escenario, el Inbio recomienda a los productores que hagan un monitoreo exhaustivo de parcelas que no hayan recibido precipitaciones adecuadas recientemente y que tengan prevista la siembra de cultivos de otoño. “En caso de no contar con condiciones óptimas de humedad en el perfil del suelo, se sugiere a los productores aguardar condiciones más propicias para asegurar una germinación exitosa y prevenir pérdidas”, aconseja.
Proyecciones mensuales
En general, según las proyecciones del Inbio, para los días que restan de mayo se espera un régimen de lluvias con “un comportamiento inferior a lo normal” en la mayor parte del territorio nacional.
Recordó que, si bien la disminución de las lluvias favorece la cosecha de los cultivos (de zafriña), reduce riesgos de enfermedades fúngicas y propicia pérdida por exceso de humedad en el campo, en zonas en las que los cultivos aún están en la fase de llenado de granos, las lluvias deficitarias podrían afectar el rendimiento esperado, explica.
Además, enfatiza en que las estimaciones de déficit de lluvias previstas pueden representar un desafío para la siembra y emergencia para los cultivos de otoño, especialmente en suelos con textura más arenosa. “Es importante que los productores sigan una buena planificación de siembra, que consideren la posibilidad retrasarla si las condiciones de humedad del suelo no son óptimas a fin de evitar pérdidas en la germinación”, advierte.