El viceministerio de Minas y Energía, dependiente del Ministerio de Obras públicas, con la parsimonia que le caracteriza últimamente, pudo completar y divulgar ayer los registros del mercado eléctrico correspondientes al lapso enero-marzo de ese año.
En el primer trimestre del ejercicio en curso, según los apuntes del viceministerio, el Sistema Interconectado (SI) que atiende la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), con las pérdidas ya conocidas, consumió 8.165.210 MWh (1 MWh = 1000 kWh).
Un desglose, por cierto superficial, de este agregado, permite comprobar que en enero la demanda alcanzó 2.843.532 MWh, en febrero se apuntó 2.735.087 MWh y, en marzo, 2.586.591 MWh.
En 2024, también en los tres primeros meses del año, según la misma fuente, el SI demandó 7.736.147 MWh. La obligada comparación nos permitirá confirmar que la demanda de energía eléctrica en el sistema en cuestión fue del 5,55%.
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Un salto del 24,4% en el consumo
Si hacemos el mismo ejercicio con lo que ocurrió en el mercado eléctrico en los primeros trimestres de 2024 y 2023, alcanzaremos resultados llamativos.
Entre enero y marzo de 2024, según la subsecretaría del MOPC, el mercado local requería 7.736.147 MWh, claro sin soslayar los MWh que perdió la empresa eléctrica estatal en ese lapso.
Entre enero y marzo de 2023, las publicaciones del viceministerio indicaban que en esos tres meses el consumo de electricidad alcanzó 6.218.912 MWh.
El último paso del ejercicio obliga a comparar esos totales para saber hasta qué niveles creció la demanda en los primeros trimestres de ambos ejercicios:7.736.147 - 6.218.912% = 24,4%.
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Un agigantamiento que genera preocupación
Las caídas, más aún si se trata de precipitaciones, llaman la atención e inclusive inquietan a cualquier mercado, pero el agigantamiento de ciertas tasas, además de preocupación, despierta suspicacias, y 24,4%, en un contexto histórico que ofrecía un promedio máximo del 7% dispara interrogantes.
Recordemos que en los 12 meses del ejercicio 2024, según el Minas y Energía y la ANDE, la demanda del Sistema Interconectado superó el 18%.
Hubo explicaciones e intentos de justificación, por ejemplo,<b> la irrupción de las insaciables cripto mineras</b>, muchas de ellas ilegales, en el sistema de la ANDE. También las batallas de la empresa eléctrica estatal contra sus <b>pérdidas, técnicas y negras</b>. La tasa de crecimiento del <b>Producto Interno Bruto,</b> con una tasa que rondó el 4%.

El agigantamiento también generó preocupación ante un posible agotamiento de las fuentes en las que abreva nuestro mercado, incluso en torno al 2030.
Contradicciones escasamente explicadas
No obstante, muy pocos especialistas se detuvieron a explicar cómo se produciría ese salto, porque en la torta de uso final de energéticos, la tajada que atribuyen a la electricidad apenas se despega del 20% y el abrumador 80% aún depende de los derivados del petróleo y de la biomasa.
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¿Cómo cubre la ANDE la demanda de su mercado es otra pregunta que debe responderse. En el primer trimestre del ejercicio actual, según los datos de Minas y Energía, la central paraguayo-brasileña cubrió el 78%, mientras que la paraguayo-argentina atendió el 20% y la pequeña central nacional Acaray inyectó al sistema el sobrante 2%.