Los activos con mejor desempeño en moneda nacional fueron los créditos y préstamos sin garantía hipotecaria, que obtuvieron un retorno de 11,38% en guaraníes. Esta categoría, que representa operaciones otorgadas a afiliados activos, jubilados y pensionados, logró capitalizar los niveles de tasas activas locales. Su importancia dentro del portafolio no solo radica en su elevada rentabilidad, sino también en su naturaleza estable y predecible, al estar destinada a un universo de beneficiarios con bajo nivel de riesgo crediticio.
En segundo lugar, en términos de rendimiento en moneda nacional, se ubicaron los instrumentos emitidos o garantizados por bancos y otras entidades financieras reguladas por la Ley N.º 861/1996. Esta categoría, que incluye depósitos a plazo y otros instrumentos financieros del sistema financiero formal, alcanzó una rentabilidad de 8,56% y representa más de G. 9 billones dentro del portafolio. La cifra refleja el peso que sigue teniendo el sistema bancario como refugio para inversiones institucionales, especialmente en un contexto donde se prioriza la seguridad y liquidez.
Por su parte, los bonos de deuda emitidos en Paraguay y registrados en la Superintendencia de Valores ofrecieron un rendimiento de 7,31%. Si bien se trata de un nivel inferior al observado en los créditos personales y en los instrumentos bancarios, esta categoría conserva relevancia por su aporte a la diversificación y por estar respaldada por emisores corporativos y gubernamentales. Además, la profundidad que ha ganado el mercado de deuda local en los últimos años permite mantener una participación significativa de este tipo de activos en la cartera total.
Inversiones inmobiliarias
En el extremo opuesto del rendimiento en moneda nacional y como se abordaba en la edición anterior se encuentran las inversiones inmobiliarias. A pesar de representar una porción considerable del portafolio, más de G. 1,9 billones, su retorno fue de solo 0,56%. Esta baja rentabilidad refleja tanto los desafíos en la gestión de activos inmobiliarios como la demora en generar flujos de ingresos constantes en este tipo de instrumentos. Dado su carácter de inversión de largo plazo, suelen implicar mayores riesgos de liquidez y menores márgenes en el corto plazo.
Mientras que las Disponibilidades, que incluyen Caja y Equivalentes, presentaron un rendimiento del 5,49%. Aunque este rendimiento puede considerarse adecuado dado su propósito de liquidez inmediata, su presencia debe ser moderada dentro de un portafolio de largo plazo, ya que normalmente no contribuye de forma significativa al crecimiento del capital invertido.
En cuanto a los activos en moneda extranjera, el portafolio reflejó una inversión total de US$ 141,8 millones. Esta cifra se encuentra distribuida principalmente en instrumentos financieros emitidos por bancos y bonos registrados en la Superintendencia de Valores. Los primeros generaron una rentabilidad del 5,84%, ligeramente superior al retorno de 5,30% ofrecido por los bonos. En ambos casos los retornos están en línea con los niveles de tasas internacionales y reflejan una estrategia conservadora por parte del sistema previsional, orientada a preservar el valor del capital en divisas.
En menor proporción, las disponibilidades en dólares alcanzaron los US$ 2 millones, con un rendimiento muy reducido de 0,26%.
La composición general del portafolio muestra un predominio claro de los activos en guaraníes, que suman G. 18,295 billones, frente a los US$ 141,853 millones invertidos en moneda extranjera. La estructura refleja tanto la naturaleza del sistema previsional, con obligaciones principalmente en moneda local, como una preferencia por activos que ofrezcan mayor rentabilidad ajustada al riesgo.
En conclusión, el rendimiento del portafolio global al cierre de marzo de 2025 expone una estrategia diversificada, con una base sólida en instrumentos de renta fija local que permiten sostener retornos atractivos en términos reales. El buen desempeño de los créditos otorgados y la consistencia de los instrumentos financieros del sistema bancario se posicionan como pilares claves. A su vez, la exposición a activos en dólares continúa siendo un componente de cobertura, aunque con márgenes más reducidos. Por tanto, el desafío para los próximos meses será mantener estos niveles de rentabilidad en un contexto de posibles ajustes monetarios y mayor presión inflacionaria en los mercados emergentes.
* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones